La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tino Pertierra

SOLO SERÁ UN MINUTO

Tino Pertierra

Una libertad tan necesaria

Anabel: "Tiendo a ser bastante indulgente con los errores que no lleven aparejados grandes desgracias o daños irreparables. Podemos presentar muchos atenuantes que los disculpen o que los hagan comprensibles. Y que levante la mano quien no haya tirado una piedra sin querer dándole a alguien a quien queremos. Venimos sin libro de instrucciones, libres de cualquier tipo de experiencia, e ignoramos qué pintamos aquí, qué caminos debemos tomar, qué atajos hay que aceptar para no perder el tiempo en tránsitos inútiles, qué voces escuchar y qué griteríos sería conveniente esquivar, dónde hay callejones sin salida y cuál es la vía más rápida para llegar a un destino que realmente valga la pena.

Y para rematar la mala faena que nos condena a un desconocimiento estéril y que empuja a la confusión, tampoco tenemos ni idea de lo que se espera de nosotros. No debemos vivir pensando en satisfacer los planes que los demás puedan hacer con nuestras vidas, pero ayudaría a contrastar las expectativas ajenas con nuestras propias esperanzas o ilusiones o sueños, señales de nuestro tráfico íntimo que nos van guiando en nuestras intenciones, tal vez en nuestras voluntades.

De ahí pasamos a mi método para ir borrando restos de caídas y otros movimientos erróneos: cada noche sería útil, por terapéutico e higiénico, plantar una amnistía general que afectara a todos los errores que nos hagan daño a nosotros o a otras personas siempre que hayamos mostrado arrepentimiento y propósito de enmienda (te doy mi palabra de que no voy a misa desde hace 30 años).

No hay que ser muy inquisidor con nuestros pequeños fallos cotidianos, sobre todo si también te muestras comprensivo con las personas que los cometen y nos perjudican. Y es que nuestra conciencia, por flexible que sea, no tiene espacio suficiente para acoger tantos prisioneros y tarde o temprano se producirían motines y vete tú a saber qué exigirían a cambio de someterse. Mejor liberarlos antes de que tengan demasiado poder y se conviertan en remordimientos armados hasta los dientes".

Compartir el artículo

stats