Mariana: "A veces tengo la extraña sensación de que soy una extraña a la que no conozco de nada. Supongo que le pasa a mucha gente. Llevarse bien contigo misma es una proeza, aceptarte como eres es una hazaña, y conocerte lo suficiente como para dialogar de tú a tú es una misión casi imposible. Por eso mismo es tan apasionante intentarlo, alcanzar acuerdos íntimos en los que no haya vencedoras ni vencidas, aceptar derrotas sin esconderte y gestionar éxitos sin enmascararte.
Cuando era niña tuve una amiga invisible, como tanta gente, pero en mi caso esa amiga era yo misma, una prolongación a la que adornaba con todas mis cualidades. Y yo me quedaba con los defectos. Así que cuando me ponía triste, pesimista o belicosa, la / me llamaba y aparecía al instante alegre y confiada para intentar convencerme de que debía cambiar de actitud. He de decir que rara vez lo conseguía, y un día se cansó y no volvió a acudir a mis llamadas. Es bien triste: me enemisté con lo mejor de mí misma, quizá por celos.
Años más tarde tuve la enorme fortuna de tener una amiga que también me aportaba serenidad, alegría y estabilidad. Vaya suerte, ¿eh? Pues me encargué de ahuyentarla con mis cargas de profundidad negativas y mis ataques de ira descontrolados, casi siempre motivados por causas nimias. Y mira que ella tenía paciencia, pero yo tengo más, y con mi tenacidad a la hora de ser insoportable logré que desapareciera de mi vida. Son pérdidas de las que solo te das cuenta cuando ya es demasiado tarde. Y ahora que casi todo lo importante ocurrió hace demasiado tiempo hago balance y la realidad me pone en aprietos: he dado la espalda a gente que no lo merecía, he elegido como compañeros de viaje a personas que no me aportan nada, he dado a la furia más importancia que a la comprensión y he mantenido siempre a raya la ilusión para que la desconfianza campara a sus anchas. Soy experta en evitar las batallas que merecen la pena y aceptar los combates que no me interesan. Y sospecho que ya es tarde para intentar reconciliarme con la extraña que me habita".
