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España dentro de España

La reunión entre Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso

Dada la alarmante expansión del coronavirus, que en Madrid ha desbordado todas las previsiones, suponíamos que la reunión entre el presidente del gobierno español y la presidenta del gobierno madrileño para coordinar esfuerzos contra la pandemia tendría lugar con la urgencia y la discreción que un despliegue de esas características requiere. Al mismo tiempo, la cita serviría para transmitir a la opinión pública una imagen tranquilizadora de cooperación entre dos administraciones que llevaban un tiempo a la greña. Pero estábamos equivocados. En vez de remangar la camisa y ponerse de inmediato a la tarea, los dos mandatarios dejaron transcurrir un largo fin de semana mientras crecía la inquietud entre la población afectada. Que se contaba por cientos de miles sin que quedase muy claro cuales eran las fronteras entre barrios, aunque crecía la sospecha de que castigaría como siempre a los más populosos y de menor renta. El protocolo de la recepción al presidente Sánchez resultó muy vistoso. El antiguo edificio de la Puerta del Sol, donde tantas palizas sufrieron los discrepantes con la dictadura, estaba engalanado con un enorme despliegue de banderas de España y de Madrid. Aquella de color rojo carmesí con siete estrellas de cinco puntos que encargó el socialista Joaquín Leguina para sustituir a la primitiva de color verde y más al gusto mahometano. La señora Díaz Ayuso salió a la puerta para recibir al señor Sánchez y solo echamos en falta que no estuviese formado un destacamento de la guardia urbana en traje de gala para pasarle revista mientras sonaba el himno de la comunidad con letra del poeta García Calvo y música de Pablo Sorozábal. Ese que dice muy propiamente "yo soy el ente autónomo último, el puro y sincero ". Es decir el ente autónomo por antonomasia sin tentaciones separatistas ni otros incordios identitarios. Las imágenes de la televisión nos permitieron oír lo que se decían los dos personajes mientras subían las escaleras. La señora Ayuso se manifestó muy satisfecha de poder enseñarle "su casa" a don Pedro Sánchez, un desliz que no pasó desapercibido a la comitiva. Pero lo mejor vino después, ante la prensa, cuando quiso expresar cual era su idea de Madrid y de España. "Madrid -dijo- es España dentro de España. ¿Qué es Madrid si no es España?". El auditorio guardó silencio mientras asimilaba la profundidad del concepto pero la presidenta, por si no había quedado claro, redondeó su reflexión. "Es esa libertad, esa densidad, esos horarios, a cualquier hora se puede comprar en cualquier tienda". Lo de la libertad y lo de los horarios quedó medianamente claro, pero lo de la "densidad" merecería alguna que otra precisión. Quizás se refiera a los atascos de tráfico como signo visible de la prosperidad. Aquella fue una intervención suya muy celebrada. En la línea de Cospedal sobre el pago en diferido a Barcenas.

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