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Con "r"

La falta de respeto y responsabilidad tanto de los políticos como del resto de los ciudadanos

En mi etapa docente con alumnos de secundaria, recibía a mis alumnos hablándoles de dos palabras, ambas empezando por la letra "r", que serían fundamentales en su formación: respeto y responsabilidad. Son dos palabras que engloban otros muchos valores y que creo son esenciales para una buena convivencia en sociedad y para una buena actitud ante la vida.

Por desgracia, observo que en la actualidad son palabras o en desuso o, incluso, desconocidas para mucha gente, poniendo a la cabeza a quienes tenían que dar ejemplo con su actitud: los políticos. Creo no cometer ninguna "injusticia" al expresar esta opinión, ya que día tras día observamos faltas de respeto y máxima intolerancia en las opiniones de los mal llamados "padres de la patria", firmes en sus posiciones, pero enormemente irrespetuosos con las opiniones de los adversarios (no enemigos). Y qué decir de la falta de responsabilidad: ¿conocen a alguno que asuma su responsabilidad ante un error o, incluso, ante un acto cercano al delito? Yo, por lo menos, no. Ya saben que en España el verbo "dimitir" se conjuga poco entre nuestra clase política y que el responsable siempre es "el otro".

Pero no quiero limitar el desuso de estas dos palabras al ámbito de la política, ya que los ciudadanos de a pie también tendemos a olvidarnos de ellas, y así vemos como es muy habitual echarle la culpa de todo al "sistema", cuando en muchas ocasiones somos nosotros mismos los que no asumimos nuestra responsabilidad ante determinadas situaciones. Vemos como alguien comete un delito, del cual él es el único responsable, e inmediatamente surge el "es que el sistema no lo ha tratado bien". Y si hablamos de respeto, qué les voy a contar: cada día son más habituales las faltas de respeto entre los ciudadanos, incluso entre padres e hijos, jóvenes y ancianos, pacientes y sanitarios? Los ejemplos son muy variados, y en esto creo que hay un gran culpable: la televisión. Proliferan programas, no sólo de entretenimiento, sino también de debate político entre sesudos periodistas, en donde las faltas de respeto son constantes, e incluso alentadas por los medios en aras de una mayor audiencia.

En fin, me da pena confirmar cada día que pasa que los ciudadanos (todos somos ciudadanos, incluso los "padres de la patria") tendemos con frecuencia a la falta de respeto y a no ser responsables de nuestros actos, y en esto entono el "mea culpa" y asumo mi responsabilidad como docente (ahora "exiliado" de esta tarea), porque en la educación, en la buena educación (en la que también tiene un papel fundamental el ámbito familiar), está el futuro de una sociedad madura y que pueda convivir adecuadamente, lo que evitaría muchos de los problemas que hoy en día afronta nuestra maltrecha sociedad.

Finalizo diciendo que respeto totalmente cualquier opinión respecto a este artículo (libertad de expresión) y que asumo toda la responsabilidad ante lo que escribo ("soy esclavo de lo que digo y dueño de lo que callo"). Amén.

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