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SOL Y SOMBRA

De nuevo, los 800.000 empleos

Sánchez, atención señoras y señores, ha prometido la creación de 800.000 puestos de trabajo en los próximos tres años mediante el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía Española, y la inversión de 72.000 millones de euros. La promesa de empleo no es novedad y tampoco la cifra, que ya fue anunciada antes en su día por Felipe González y por José Luis Rodríguez Zapatero. Existe, por tanto, una tradición en el PSOE de los 800.000 puestos de trabajo que no se rompe. Ya puestos podrían ocurrírseles para variar y como puntualiza un conocido 925.000 o 710.000. Pero no, son 800.000 número Redondo. La única novedad radica en el enunciado campanudo: Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. En este paraíso que cuenta con casi un millón más de parados, la posibilidad de que no se vaya a cumplir tampoco resultará novedosa. Es lo que habitualmente sucede.

En circunstancias normales a Sánchez no le preocupa incumplir su palabra. Recuerden, no iba a poder dormir gobernando con Iglesias, o aquello de que jamás pactaría con Bildu. En una crisis de caballo, como es el caso, empeñarla le cuesta mucho menos. Tampoco le produce sarpullidos alardear en el vacío: el último ejemplo, en el mes de julio, cuando dijo que el virus ya estaba derrotado. Le da igual que le pillen en un renuncio y ha aprendido a no distinguir entre la verdad y la mentira. Es el cinismo llevado a la máxima perfección. Lo único importante radica en el aparato digestivo de los españoles: hasta donde estén dispuestos a tragar. Por eso invoca tanto la resiliencia, que es la capacidad para sobreponerse al dolor y a las situaciones más adversas sin saber de qué manera salir de ellas. Como el concepto de felicidad de los estoicos no está en los tiempos que corren al alcance de cualquiera, queda resignarse.

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