La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sostenella y no enmendalla

Una reflexión sobre la reforma del paseo del Muro

Son muchos los escritos de diferentes articulistas independientes y de personas afectadas por el cierre del Muro que han venido publicando los periódicos en estas últimas semanas, contrarios a tal disparatada decisión municipal.

Los sólidos argumentos citados fueron defendidos -además de por los ciudadanos que en número de diez mil lo pidieron con su firma- también por la mayoría de los grupos políticos desoídos por la Alcaldesa, que en un alarde democrático decidió (tras empate en la votación) utilizar en un asunto de tanto calado para la ciudad el "muy democrático voto de calidad", para más tarde disfrazar su intransigencia bajo el paraguas de un arquitecto urbanista -que compara Londres con Gijón- un Foro de la Movilidad empecinado y afín y la negativa vergonzosa a la participación ciudadana en una allegada Comisión de Trabajo Social que domina .

Preocupante gobierno municipal que ejerce el "¡sostenella y no enmendalla!". Frase de nuestro castellano antiguo que define la actitud de quienes persisten empecinadamente en errores garrafales incluso a sabiendas.

Lamento tener que decir -aunque les importe menos oírlo que a mí decirlo-, que entre otras oportunidades perdidas durante su mandato, ustedes, por su forma de actuar, no sólo han dejado pasar una ocasión para que muchos gijoneses creyésemos en su buena fe y les valorásemos como personas cabales, independientes y justas. Han preferido la ocultación de la verdad, la persecución al coche bajo la excusa de pandemia y provisionalidad.

No es cierto -como propagan- que deseen una ciudadanía participativa y crítica. Ante cualquier censura -a la vista está- aparece inmediatamente su descalificador "aparato de publicidad y propaganda". Subvencionados y palmeros, se encargan de desprestigiar por redes sociales, tierra mar y aire, a quienes discrepan de sus atrabiliarias actuaciones.

Los gijoneses -está tardando mucho en darse cuenta- no somos tontos, señora Alcaldesa. Comparar que también fueron discutidos "La Madre del Emigrante" o el "Elogio" es hacerlo. Si a uno no le agrada un monumento con no ir a verlo ya está, pero ustedes, además de destrozar el Muro con el cascayu, derrochando el dinero público, lo han cerrado al tráfico, lo han prohibido, ocasionando perjuicios a miles de gijoneses. ¿Observa la diferencia?

Entre tanto, llegó octubre, el enfado ciudadano sigue creciendo, atascos y contaminación por el centro, el Muro es un adefesio sin coches, cuatro ciclistas y poca gente. Lo dicho, equipo de gobierno, el poder excesivo que desoye al ciudadano -por mucho que lo disfracen en un Consejo Social a la carta- y la negativa a la participación ciudadana a través de las plataformas que lo solicitaron, no sólo empequeñece la democracia, también sus actuaciones.

Compartir el artículo

stats