La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tino Pertierra

Solo será un minuto

Tino Pertierra

Adolescencia programada

Jessica: “Con 15 años no puedo presumir de tener mucha experiencia de la vida (sí de la vida de otros, porque prefiero quedarme a leer en casa que hacer el botarate con botellones), pero podría escribir páginas enteras con las cosas que no me gustan de los adultos. No entraré en terrenos espinosos de política o religión (la familia de mi padre es de derechas y la de mi madre es de izquierdas, y tiemblo cada vez que hay una reunión porque siempre hay alguien que rompe el acuerdo tácito de no abrir cajas de truenos, y me muero de vergüenza ajena), pero sí puedo detallar cuestiones que se repiten de generación en generación y que a mí, como a muchos más adolescentes, nos fastidia profundamente. Por ejemplo, no entiendo que se nos obligue a quedarnos sentados a la mesa cuando ya hemos terminado de comer, como si estuviéramos en un cuartel o en una cárcel. A ver, adultos: que no nos interesa el noventa por ciento de vuestros temas de conversación. Tampoco entiendo que se nos obligue a ir de tiendas para ver muebles, comprar comida o adquirir ropa. Mi opinión nunca se tiene en cuenta, así que ¿cuál es el motivo de semejante tortura? Ahora ya menos porque salgo a pasear sola o con alguna amiga, pero durante muchos años temía ese momento embarazoso en el que nos encontramos con gente extraña para ti y te obligan a saludarla, y ya cuando te dicen uy, qué crecida está, aún me acuerdo cuando iba en silla... Odioso, ¿verdad? Tanto como dar las gracias a regañadientes después de que te regalen una piruleta. ¿Qué se dice? Y en cuanto puedes la piruleta va a la papelera. Un momento especialmente duro: dicen algo que te sonroja y siempre hay alguien al quite que te lo hace saber para ponerte más colorada. ¿Y cómo reaccionar ante la pregunta que nunca falta en un interrogatorio? ¿Qué quieres ser de mayor? Y yo qué sé, mi adolescencia no está programada. Otro clásico: ¿qué tal por el cole? Tierra, trágame. Pero ninguna cuestión me enfurece más que esta: ¿qué, ya tienes novio? Por favor, adultos: echad más imaginación. Y no, no tengo novio, pero si lo tuviera a ti te lo iba decir”.

Compartir el artículo

stats