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Vicente Montes

El hábil tejido de Gimena Llamedo

Unas cuentas expansivas, el interés propio de cada partido y el juego negociador favorecen el acuerdo

Con habilidad negociadora (ya se le reconocía en los presupuestos del pasado año), la diputada y secretaria de organización Gimena Llamedo fue atrayendo al resto de partidos que se han mostrado proclives a apoyar las cuentas: Izquierda Unida, Podemos, Ciudadanos y Foro Asturias. En la negociación hubo espacio para que cada uno pudiese cantar victoria y justificase su discurso, incluso redondeos al alza en los acuerdos, como cuando los Reyes Magos dejan un detalle inesperado.

Bien es cierto que los partidos de la izquierda tienen difícil cuestionar unas cuentas de recuperación salvo cataclismo contable, y Podemos ha logrado hacer el giro político al acuerdo sin despeinarse demasiado. A Ciudadanos le conviene la jugada para marcarse un tanto en Oviedo y abonar la idea de que si no hay acuerdo nacional con Sánchez es por sus flirteos con Bildu. A Foro Asturias, la inversión en sus bastiones le interesa. A ambos, llevarse la medalla de acuñar algunas medidas que suponen alivio fiscal. ¿Y al PSOE? Seguramente el presidente Adrián Barbón no lo dirá, pero lo que se chismorrea en algún pasillo es que su gobierno ha logrado (crucen los dedos hasta que se produzcan las votaciones) más transversalidad que Pedro Sánchez. Lo que se llama en negociación un “win-win” en toda regla.

Las cuentas en sí parten con algunas fortalezas: suponen mucho dinero, si bien eso ha sido posible por el relajo del corsé contable heredado la crisis de 2009. Se tira de deuda a la espera de que los fondos europeos de recuperación cuadren los números. Hay un fondo de rescate que ha sido la columna vertebral sobre la que pivotar un acuerdo. Alguien podría decir que es fácil tirar con pólvora ajena y es cierto que cuando hay habas contadas siempre es difícil hacer un guiso que sacie a varios. De refilón las miradas se dirigen al PP, que queda en tierra de nadie. Vox tiene clara su estrategia de jugar a la contra, y los populares solo podrán esgrimir que las ayudas previstas para compensar los nefastos efectos económicos de la pandemia son insuficientes. Oviedo, plaza fuerte de los populares, tiene buenos números, pero habrá disputa por la paternidad de las cifras. El Gobierno regional ya le recordó al alcalde, Alfredo Canteli, que los presupuestos autonómicos se negocian con los grupos parlamentarios y no son logro de regidores. Así las cosas, Barbón obtiene alivio viendo la agitación del gallinero. Tampoco hay que obnubilarse por los números: lo relevante es ver si se gasta a final de año lo prometido.

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