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Javier Cuervo

Un millón

Javier Cuervo

¿En qué cabeza cabe?

Está muy bien que por ser nieto de tu abuelo te coloquen de por vida en el puesto más alto de la Administración del Estado, pero no puedes promocionar y el salario, siendo bueno, va con el IPC, no depende de ti y acabas sintiendo que no te dejan crecer. Al principio, había que ir con cuidado para consolidar el cargo, pero, después de alguna noche de desvelo, la cosa cambió y fue como la seda. La rutina del trabajo no es difícil, la zona de confort está bien amueblada y climatizada y nadie quiere sacarte de ella.

En general, no recibes más que aprobación, pero el cargo tiene sus cargas que hacen que la vida no sea como la de los demás. Por ejemplo, la familia forma parte del cargo y esto, que ha sido siempre así, hace no sé cuántos antepasados que no causa más que problemas sin que nadie lo arregle en pleno siglo XX y en pleno siglo XXI. ¡Así no hay quien separe la vida personal y la laboral para conciliar con uno mismo! Uno será muy jefe de Estado, pero, como cualquier humano, tiene adjudicada solo una vida.

Además, llega un día en que no eres el de los treinta y tantos y aquel sueldo no se ha acompasado al enriquecimiento general de tu entorno. Los amigos del velero no regatean en caprichos con una libertad que les hace vivir mejor que reyes. Son obsequiosos, amigos de sus amigos, te rascan la espalda y es normal que se la rasques tú a ellos. Si sabes vivirla, la vida te pone oportunidades en la mano que solo tienes que coger. Hasta para ligar, aunque con los años se ha vuelto carísimo. Menos mal que disparo con pólvora del rey, ja, ja.

Esto está bien, pero no es como en casa. Todo este mármol y cristal tiene algo de salón de bodas y primeras comuniones y el paisaje del desierto, siendo bello, cansa en seguida. Si pagando lo defraudado, más el 5% de intereses de demora y el 20% por ir fuera de plazo se evita un delito fiscal, se paga. A ver cómo lo arreglan. ¡Qué risa las sobremesas con el cómico y el de la radio en casa del televisivo! ¡Cómo le gusta el jamón a esta gente! A ver cómo hago para volver a casa pa Navidad.

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