Nada mejor que acudir al servicio oficial para reparar las cosas. El presidente del Principado, Adrián Barbón, recibió ayer la visita del escultor Herminio, que fue invitado a la sede de Presidencia para “reparar” una de sus increíbles esculturas, que se mantienen en equilibrio gracias a un juego oculto de imanes. La obra, en el palacio de Suárez de la Riva pero perteneciente a la colección del Museo de Bellas Artes, se había descompensado, por eso nadie mejor que su autor, uno de los grandes del arte contemporáneo español, para volver a compensarla. Adrián Barbón asistió con interés a la operación de reequilibrio de la pieza. Quizás el arte de Herminio le haya llevado a reflexionar sobre cómo va a mantener el difícil equilibrio entre economía y salud ahora que se le viene encima la tercera ola.