Contábamos ayer que el pequeño Hugo Fernández (del que poco más se sabe) había pedido a los Reyes Magos un “Power Band Superthings”. Recortó una imagen de su juguete ansiado, la pegó con celofán en un papel de dos rayas como el que habitualmente se emplea cuando se está en las primeras letras, lo metió en un sobre y lo introdujo en un buzón de Correos. Resultó que el sobre era uno del ente público Establecimientos Residenciales para Ancianos (ERA) con franqueo pagado. Todo parece indicar que el niño, hijo de trabajadores del ERA, lo tomó de alguno de sus progenitores.
Muestra de que el servicio de Correos pelea hasta la última carta por difícil que parezca su envío, el sobre acabó en la mismísima mesa del despacho de la gerente del ERA, Ana María Suárez Guerra, que difundió la historia en su perfil de Twitter.
Pues bien, fuentes de la Consejería de Servicios Sociales, de la que depende el ERA, confirmaron ayer que también los servicios de la Administración indagaron hasta averiguar la identidad del pequeño Hugo Fernández, que rubricaba la carta con letra infantil. Las mismas fuentes explicaron que la petición ha sido trasladada por vía oficial a los Reyes Magos y que, aunque sea con algo de retraso respecto a la fecha, Hugo Fernández recibirá un regalo por mediación de la gerente del ERA y su influencia con los Magos de Oriente. Se desconoce si el regalo que finalmente reciba será el esperado “Power Band Superthings”, dado que es probable que la petición inicial del pequeño ya haya sido satisfecha por otras vías mágicas. En cualquier caso, tendrá merecida respuesta a la carta que envió, lleno de ilusión, y que terminó en manos de la responsable de los geriátricos asturianos.
