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Mar Norlander

Crítica / Música

Mar Norlander

Grandes compositoras

En los programas de mano de un concierto sigue llamando la atención que delante de los apellidos Schumann, Mayer, Chaminade, Boulanger o Viardot se encuentren nombres femeninos como Clara, Emilie, Cécile, Lili o Pauline. Excepto Clara Schumann, ninguna de las otras compositoras está dentro del “legitimado” canon musical clásico.

Para cambiar esa tendencia llega la propuesta de Isabel Pérez Dobarro (piano) y David Otero Aragoneses (violín), que lleva por título “Pauline Viardot: Crisol de culturas”, en formato de concierto divulgativo. Un concierto extraordinario en homenaje a la gran artista de origen español y a otras compositoras contemporáneas de Viardot.

La tres “Romanzas” Op. 22 de Clara Schumann, compuestas en 1853, abrieron el concierto, y pudimos constatar la sensibilidad pianística de Pérez Dobarro y la seguridad con la que aborda la ejecución. Después de Schumann llegó el turno de otra alemana que ha caído en el olvido. Autora de ocho sinfonías y de una gran cantidad de obras de cámara, entre ellas el “Nocturno” Op. 48, que se interpretó en el teatro Jovellanos, Emilie Mayer es una artista absolutamente merecedora de figurar en el susodicho canon. La fama que consiguió en vida se podría achacar a que renunció al destino de toda mujer burguesa de la época: matrimonio y maternidad.

Cécile Chaminade, que también logró un gran éxito en Estados Unidos, hasta el punto de convertirse en un icono femenino y ahora prácticamente olvidada, fue reivindicada a través de la interpretación de dos de sus obras: la “Serenata española” y el “Rondeau” Op. 97. Buena interpretación y buen empaste entre el violín y el piano.

La protagonista del concierto era Pauline Viardot, y de ella ofrecieron dos interesantes obras: “Morceaux” y la “Sonatina para violín y piano”, ambas en tres movimientos, en las que se apreciaron la calidad compositiva con un sonido cálido y pleno.

Como broche final a un magnífico concierto, la pareja nos ofreció el estreno absoluto del “Andantino” de Viardot. ¡Qué bonita pieza! Y con esta iniciativa los dos intérpretes lograron que el público conociera a algunas de las grandes compositoras.

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