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Tino Pertierra

Buen cine para un mal año

El año que la pandemia cerró a cal y llanto las salas y subió a una elevada plataforma de consumo doméstico a las marcas de streaming, los “Oscar” ofrecieron su mejor edición en contenidos. La gala, distinta y distante como era de (des)esperar, reunió el mayor número de títulos de calidad en muchísimo tiempo, No había películas de relleno. Todas atesoran buen cine y, sin alcanzar la categoría de obra maestra, sacan buenas notas. ¿Es “Nomadland”, lo mejor del año? Excelente película, pero a la misma altura se pueden colocar “Mank” (lástima de guión renqueante), “El padre”, “Judas And The Black Messiah”, “Minari”, “Una joven prometedora” (que llegaba a la final con opciones por su rompedor mensaje), “Sound Of Metal” o “El juicio de los 7 de Chicago”. En su género, cintas que valen muy mucho la pena. Las competiciones en asuntos de arte son tan injustas como absurdas, así que hay que dar por injusto y necesario que Zhao gane a Fincher (¿llegará algún día el momento de reconocer a este maestro?) o Sorkin. Tocaba encumbrar el viaje ilimitado de “Nomadland” y dejar claros los límites a Netflix y Amazon. Fue una pena no ver a Hopkins recogiendo su premio por un gran trabajo (¡sin una sola mueca de más!) después de muchos trabajitos. McDormand sumó otro muñeco (y los que le quedan...) por otro papelón y la diversidad se hizo patente en las potentes interpretaciones de reparto. Y todo el mundo contento, menos Pekín.

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