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Susana Solís

Futuro Europa

Susana Solís

Asturias no está en el Horizonte Europa

El escaso aprovechamiento del Principado de la apuesta por la innovación de la UE

El nuevo programa de investigación Horizonte Europa fue aprobado por el Parlamento Europeo la pasada semana. Es un programa clave de preparación para el futuro y de avance en investigación e innovación empresarial en retos tan importantes como el cambio climático, la descarbonización de la industria, la digitalización y el fortalecimiento de los sistemas sanitarios.

El reglamento del programa se aprobó por una amplia mayoría (661 votos a favor, 5 en contra y 33 abstenciones) tras una larga batalla de más de dos años en la que el parlamento jugó un papel fundamental para lograr un presupuesto ambicioso y equilibrado: 95.500 millones de euros, un 30% más del punto de partida. Un dinero dirigido a apuntalar sólidamente la investigación básica y la temática. Por primera vez, además, hay un presupuesto reservado a los sectores de la cultura y las industrias creativas europeas.

Horizonte Europa es un programa especialmente relevante para España; está teniendo un impacto creciente en nuestras empresas y grupos de investigación. En el precedente, Horizonte 2020, España fue el cuarto país que más financiación consiguió (por detrás solo de Alemania, Reino Unido y Francia) y el segundo por número total de participaciones en actividades financiadas (después de Alemania). En subvenciones recibidas, esto significa 5.625,8 millones de euros y un retorno del 10,4%; son datos que sin duda confirman el talento y la calidad de investigación de nuestro país. Podemos estar muy orgullosos.

Asturias, sin embargo, tiene otro balance. A pesar de estos buenos números a nivel nacional, el Principado se ha quedado atrás. La participación provisional de Asturias en Horizonte 2020 sumó 150 proyectos que reciben más de 64 millones de euros y representan un 1,25% del total de los retornos nacionales. De las 73 entidades que participan destaca el peso de 55 empresas, que obtienen aproximadamente el 66% de las subvenciones. En total solo constituye un 1% de los retornos nacionales. Es poco, muy poco, para el potencial industrial y de innovación de Asturias.

Horizonte Europa se estructura en torno a tres pilares. El primero es apoyar la excelencia científica. A través del Consejo Europeo de Investigación, conocido ya como “nuestra fábrica de premios Nobel”, se financian los mejores proyectos presentados por los propios investigadores, que pueden escoger su equipo. Y con los programas Marie Skłodowska-Curie se apoyará el intercambio y su movilidad, para hacer más atractivas las carreras investigadoras.

El segundo pilar es el de la competitividad industrial y los desafíos globales. Una gran asignatura pendiente europea es hacer que la investigación llegue a la empresa. La novedad aquí reside en las misiones, una idea de la economista Mariana Mazzucato para abordar la investigación y la innovación con objetivos ambiciosos y medibles. Se trata de crear carteras reales de proyectos centrados en los grandes retos del futuro como el cambio climático, el cáncer, los océanos, las ciudades inteligentes o la alimentación. Con estas misiones queremos conseguir que el impacto final sea mayor que la suma de los proyectos individuales

Lo más novedoso es el tercer pilar, totalmente dedicado a poner a Europa en la vanguardia de la innovación. Se refuerza el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología –cuyo reglamento he estado negociando– para tender puentes entre la empresa, la investigación, la universidad y el mundo emprendedor. Y en una apuesta clara por las startups y las pymes altamente innovadoras, se quiere hacer del Consejo Europeo de Innovación la “fábrica europea de unicornios”. Para acelerar la llegada de las startups al mercado, se ofrece por primera vez la posibilidad de utilizar financiación mixta, combinando subvenciones e inversiones en el capital de las empresas. La UE podrá inyectar hasta 15 millones de euros, adquiriendo acciones de estas empresas, y atraer de esta forma capital privado.

Hemos sentado las bases para conseguir una Europa líder en innovación. Ahora tenemos que saber aprovechar la oportunidad que supone Horizonte Europa y los planes de recuperación para atajar los retos pendientes, volver a atraer el talento que se ha ido y abordar la precariedad de los investigadores, mejorar las infraestructuras tecnológicas y asegurarnos de que la innovación y el acceso a la financiación lleguen al mercado. Y por supuesto, para recortar la brecha en I+D dentro de la Unión, el desequilibrio entre los estados miembros. El objetivo de la UE, llegar a un gasto del 3% del Producto Interior Bruto en I+D, es ahora una quimera para muchos países. Por ejemplo, para España, que se encuentra en un desolador 1,25%.

Los fondos europeos deben servir para revertir esta situación. Tenemos talento y capacidad en España para seguir el paso que marca el liderazgo de Europa en innovación. Y Asturias tiene talento y capacidad para hacer con Horizonte Europa lo que no ha hecho con Horizonte 2020: aprovechar las posibilidades para la innovación empresarial, proyectos de I+D en bioeconomía, salud y energía, digitalización de la industria, el comercio, el ocio, la ganadería y la agricultura… Las necesidades están ahí; la financiación europea, también. No podemos quedarnos inmóviles ni dejar de exprimir las oportunidades que se nos ofrecen.

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