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Ángel Machado Cabezas

El suicidio del Gobierno por el indulto al “procés”

Las repercusiones de una medida de gracia que ni los condenados quieren

El presidente del Gobierno ha manifestado su propósito de indultar a los culpables del procés. Ha argumentado para ello basándose en la necesidad de la concordia y el entendimiento para resolver el conflicto catalán que agravaron los condenados. Olvida así que la concordia solo es posible respetando la legislación vigente, algo que no hicieron los acusados.

Son sorprendente los argumentos del presidente. Parece que ignora que los nacionalismos, igual que la Iglesia Católica, son insaciables y cuando se les da algo enseguida piden más. Si espera después del indulto durante mucho tiempo un especial apoyo de los partidos separatistas catalanes se equivoca.

Los delitos de los acusados son fruto de su delirio y consistió en intentar separar a Cataluña del resto del Estado en contra de la opinión de más de la mitad de los catalanes y saltándose para ello la legalidad nacional e internacional.

El indulto no lo han pedido ninguno de los acusados, su delirio y falso orgullo se lo impide y cuenta con el rotundo rechazo del tribunal que los juzgó y de la fiscalía.

Al margen de los efectos políticos directos, el indulto es un error en términos de convivencia pues los acusados o quienes les sustituyan a partir de él se sentirán con fuerzas para volver a intentar de nuevo el disparate juzgado tal y como han prometido que harán cuando puedan. Los acusados no quieren el indulto indicando que no aceptan tal humillación. Esto es así porque va contra su iluminada visión de la realidad. No quieren el indulto porque según ellos actuaron correctamente al negarse a respetar lo que marcan las leyes y lo que dicta el sentido común (no se puede imponer un nuevo estado en contra de la mayoría). Lo que quieren es la amnistía que suponga reconocer que no hicieron nada malo. Viven en un mundo irreal y absurdo y su actuación según ellos está basada en ideales supremos como el derecho de autodeterminación o la democracia, valores sólo defendibles y válidos dentro de la ley.

Gran parte de los votantes del PSOE se sentirán muy defraudados por el indulto al ver que la falta de respeto a la Constitución sale casi gratis y al ver que no se quiere abordar el problema catalán como se merecen los catalanes y el resto de los españoles, sino como desean un puñado de iluminados irresponsables.

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