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Margarita Fuentes Noriega

Más espacios sin humo

Hoy 31 de mayo es el Día Mundial Sin Tabaco, una sustancia cuyo consumo es el primer causante de enfermedad, invalidez y muerte evitable en España, provocando una media de 51.870 muertes anuales derivadas de su consumo y que está relacionado con hasta 16 subtipos de cáncer, siendo el más frecuente el de pulmón, sin olvidarnos de otras enfermedades cardiovasculares y respiratorias. Sin embargo, y pese a estas cifras, en España hay 8,6 millones de fumadores diarios, según datos del INE; y si nos ceñimos a Asturias, 72.400 asturianos fuman más de 20 cigarros al día y 60.300 entre 10 y 19; sin duda el tabaquismo es uno de los grandes problemas de salud pública en el Principado de Asturias, que se sitúa como la segunda comunidad autónoma con mayor número de fumadores activos y también pasivos, ya que 52.500 asturianos están expuestos al humo del tabaco, lo que, no lo olvidemos, es también un factor de riesgo importante.

Ante esta situación, además de seguir concienciando, sensibilizando e informando sobre los efectos nocivos del tabaco y ofreciendo sistemas de ayuda para abandonar esta adicción tan perjudicial para la salud, se hace necesario tomar medidas más contundentes incluso que las adoptadas hasta ahora mediante la ley antitabaco del año 2010.

En la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) consideramos que ha llegado el momento de dar un paso más y avanzar en la protección del no fumador, muy especialmente cuando se trata de personas vulnerables como es el caso de los menores de edad. Nueve de cada diez fumadores activos fuma en presencia de menores y aun hoy en muchos espacios públicos frecuentados por niños (terrazas, parques públicos, accesos a locales de hostelería o centros escolares, por citar algunos ejemplos) hay restos de humo de tabaco en el ambiente. Pero, además, los jóvenes son el grupo de mayor riesgo ante el inicio del hábito de fumar, que se sitúa de media en los 14 años, siendo evidente que los inicios están muy condicionados por el comportamiento social.

Por todo ello, en la Junta Provincial de Asturias de la Asociación Española Contra el Cáncer hemos desarrollado durante los meses de abril y mayo la campaña “Asturias sin humo” , una campaña de prevención y concienciación que persigue fundamentalmente informar sobre los “espacios libres de tabaco” con el fin de generar una corriente de opinión favorable a ampliar los espacios sin humo, como vía esencial para la reducción del tabaquismo y como único medio probado para garantizar la protección de la ciudadanía, y especialmente de los menores de edad, frente a los efectos nocivos del humo ambiental. Hemos querido hacer un llamamiento a la sociedad asturiana para que todos los niños, niñas y jóvenes puedan respirar en la actualidad aire libre de humo de tabaco para preservar su salud en el futuro.

Durante estos dos meses hemos impulsado diversas acciones comunicativas con retos y colaboraciones online que perseguían difundir esta campaña entre jóvenes y adultos y ganar adhesiones en los municipios asturianos para conseguir más espacios libres de tabaco.

La respuesta ha sido muy positiva. Quince ayuntamientos se han adherido a la campaña y los asturianos han reclamado más de 200 nuevos espacios sin humo en el Principado, fundamentalmente playas, plazas y parques municipales. Nos han apoyado instituciones, influencers asturianas, empresas y entidades deportivas a quienes desde la asociación damos las gracias sinceras por su participación y colaboración.

En la AECC seguiremos, como hemos venido haciendo desde años atrás, informando, concienciando y ofreciendo nuestros talleres de deshabituación tabáquica que cuentan con una participación media anual en Asturias de 250 personas, de las que un 62% ha logrado dejar de fumar. Lo que demuestra que con voluntad y ayuda se puede.

Aun así, somos conscientes DE que aún queda mucho por hacer, pero creemos que hemos dado un paso importante en un camino sin duda dificultoso pero realizable. Ahora toca la implicación de las autoridades para que entre todos logremos una ampliación de la ley Antitabaco y una ampliación significativa de espacios sin humo, especialmente de las zonas públicas con presencia de menores.

Ojalá logremos nuestro objetivo y el Principado de Asturias se convierta en una de las primeras comunidades libres de tabaco y que en el año 2030 contemos con una generación que no haya fumado nunca.

Muchas gracias.

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