Adrián Barbón Rodríguez, presidente del Principado con domicilio en su cuenta de Twitter, salió de casa el lunes, tiró pa Luarca, inauguró el Juzgado y, según algunas fuentes, se dio al “pasteleo”. “Pastelear” es, según la RAE, “contemporizar”, “acomodarse al gusto o dictamen ajeno”, no comer pasteles. Barbón fue al Occidente a decir que las alas de Asturias no están abandonadas, que su Gobierno está comprometido en la labor de “llevar servicios de calidad” a todas partes, pero si quiso “contemporizar”, le salió mal. El caso es que a la vuelta paró en la pastelería Cabo Busto, referente del servicio repostero de calidad, y hubo quien revolvió la foto de los pasteles con las palabras del Juzgado y con el cabreo que tienen en el Suroccidente con el argayo que sepulta la N-634 en Salas sin fecha cierta de apertura y se enfadaron. Vecinos y empresarios piden más cemento que pasteleo, más palas que palabras, quién sabe si además de a la pastelería una visita a los contornos del “argayón” de Villazón...
