La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

La pandemia del verano

Pisamos la tierra prometida del verano de la recuperación económica, con la hotelería y la hostelería sobreviviendo en gran medida gracias al turismo interior y en espera del aluvión de los visitantes extranjeros que ayuden a rellenar la caja maltrecha del Producto Interior Bruto nacional. Había que medir los riesgos para compensar la situación sanitaria con el relanzamiento de la actividad, la mejora de la salud de las empresas y del empleo. La economía española, sin verano, aventura un invierno largo, duro y frío.

Por fortuna, la vacunación avanza a un fuerte ritmo, las hospitalizaciones graves se han reducido y las muertes por covid son prácticamente testimoniales. Por ese motivo, con resultar alarmantes los recientes brotes de contagios que han puesto a los jóvenes en el punto de mira de la moralidad social, convendría no perder de vista que se trata del último sector de población en inmunizarse. Y no olvidar que no solo acataron las restricciones con idéntico estoicismo que el resto sino que muchos pagaron, a causa de la pérdida obligada de relación social, fuertes costes emocionales. Acusar a la mayoría de la falta de responsabilidad de unos miles se antoja un ataque innecesario de pánico moral. Preocupante es la falta de compromiso comunitario de ciertas edades, pero caer en el dramatismo y en el señalamiento de chivos expiatorios no ayuda a funcionar como país.

Hemos entrado, sin duda, en una nueva etapa de la pandemia, con una transmisión más silenciosa y con brotes más grandes y frecuentes. No es momento de desatender tareas de responsabilidad pública y privada: o sea, acelerar aún más la administración de vacunas y mantener el tiempo que sea necesario las mascarillas.

Compartir el artículo

stats