Para llegar a Menchu Álvarez del Valle –Menchu por antonomasia- en la vetusta Casa de España de la ovetense calle Asturias, tenías que tomar un bamboleante ascensor que no podía hacer todo el trayecto. Hablo casi de la prehistoria en los tiempos heroicos de Radio Oviedo.
Si la memoria no me es infiel, el último tramo tenías que hacerlo a pie. Y cuando llegabas al prehistórico estudio de la llamada Casa de España, casi en la azotea, ya ibas como quien dice rejoneado. Allí estaba, llevando la batuta de los programas, la primera Menchu emblemática de la Radio de entonces, en un estudio elemental.
Eran los tiempos de programas populares, los discos dedicados, los novelones seriados de mucho predicamento y popularidad. Menchu fue entonces muy popular en una Radio anterior incluso a las televisiones. Era simpática, ocurrente, bienhumorada y una profesional de primera fila
A la hora de redactar estas apresuradas líneas, se agolpan los recuerdos de aquellos años en los que Menchu era requerida para presentar concursos, La Maja de Asturias, los conciertos de Serrat o de Tete Montoliú y otros acontecimientos de actores, cantantes y personajes famosos.
Otros con más conocimiento recordarán la figura y los hechos de Menchu Álvarez del Valle, abuela de Su Majestad la Reina de España.
Vaya mi sincera condolencia a toda la familia.
