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Pilar Rubiera

Rumbo a la gloria

Menchu Álvarez del Valle con su marido.

“¡Hola, guapa! ¿Cómo te llamas?”.

Esas fueron las primeras palabras que yo escuché en vivo y en directo a Menchu Álvarez del Valle. Creo recordar que fue en una rueda de prensa de Rafael Fernández, primer presidente de Asturias, todavía en la preautonomía. Menchu era una voz radiofónica familiar que inspiraba respeto. También era una mujer extrovertida y risueña. Recibía a las nuevas incorporaciones periodísticas de otros medios con calidez, siempre dispuesta a facilitar las cosas.

A finales de los años 70 apenas había mujeres en los medios de comunicación asturianos. Menchu Álvarez del Valle, la locutora más popular de la radiodifusión asturiana, era una de las pocas y una voz habitual en los hogares asturianos que sintonizaban Radio Oviedo. Lo era desde los años 50 y lo fue hasta su jubilación, a principios de los 90, siempre en la misma emisora, aunque empezara llamándose Radio Falange y acabara siendo Radio Nacional de España, resumen breve de un tiempo político que pasó de una dictadura a una democracia.

A finales de los años 70 apenas había mujeres en los medios de comunicación asturianos. Menchu Álvarez del Valle, la locutora más popular de la radiodifusión asturiana, era una de las pocas y una voz habitual en los hogares asturianos

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Cuarenta y dos años de trabajo ante el micrófono en los que innovó, disfrutó y presentó, entre otros programas que le dieron popularidad, “Rumbo a la gloria” y “Puente a su problema”. Años en los que también supo armonizar familia y trabajo. Casada con José Luis Ortiz Velasco, el matrimonio tuvo tres hijos: Henar, Jesús y Cristina, esta última ya fallecida.

Se va en julio, tiempo de verano en el que solía recibir las visitas de sus hijos, sus nietas y biznietas (Claudia, Carla, Leonor, Sofía y Amanda), siempre mujeres con la única excepción de su hijo Jesús, al que siempre acompañaba su segunda esposa, Ana Togores. La casa de Sardéu, “La Arqueta”, a la que se retiró para vivir una feliz jubilación con José Luis, se convertía en estos meses en lugar de encuentros, de comidas y cenas, de gente que va y viene. De algún que otro cigarrillo, últimamente a escondidas. Siempre con la discreción que ella cultivaba y sin perder el buen humor.

Menchu decía que la noticia del compromiso real se recibió al mismo tiempo que la del cáncer de pulmón que padecía su esposo. “Aquello puso todo en su sitio y nos indicó qué era lo primero. Lo primero, la salud de mi marido, y lo demás también, pero…”.

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El matrimonio de su querida nieta Letizia con Felipe de Borbón, en 2004, puso patas arriba la vida familiar. No fue fácil adaptarse a la presión mediática, a los desfiles de fotógrafos, periodistas y curiosos por Sardéu. Llegó a haber excursiones en autobús para ver la casa de los abuelos paternos de Letizia. Menchu decía que la noticia del compromiso real se recibió al mismo tiempo que la del cáncer de pulmón que padecía su esposo. “Aquello puso todo en su sitio y nos indicó qué era lo primero. Lo primero, la salud de mi marido, y lo demás también, pero…”.

Menchu Álvarez del Valle, en octubre de 2015, en la presentación de un sello con la imagen de la Princesa Leonor. | | LNE

Su voz impresionó una vez más en la boda real, cuando leyó la epístola de San Pablo. Días después le llegó una carta a Sardéu, dirigida a “la abuela de la princesa Letizia” en la que un “sesentón viudo, republicano y agnóstico” le confesaba haberse emocionado durante la lectura. “Un duro como yo, jamás reconocerá que se le puso un poco de agüilla en los ojos”, escribía.

Ese día, ya en el banquete, Menchu se codeó con la realeza, habló con las reinas Fabiola de Bélgica y Silvia de Suecia e intimó con la reina Sofía. “Muy majas”, decía.

En España, Menchu es la abuela de la Reina. En Asturias, Letizia es la nieta de Menchu

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José Luis Ortiz falleció en marzo de 2005. Dos años después murió su nieta Erika, hija pequeña de Jesús Ortiz. Pérdidas demasiado dolorosas. Menchu decidió dar un paso atrás y resguardarse en su círculo de incondicionales. Viajó, participó en proyectos culturales en Ribadesella, trabajó en teatro de aficionados, leyó… Todo sin ruido y sin renunciar a su propia vida. Y pasó de ser la popular locutora asturiana a ser la abuela de la Princesa Letizia, primero, y de la Reina más tarde; y la madre de una republicana declarada (su hija Henar). Cosas de familia.

En España, Menchu es la abuela de la Reina. En Asturias, Letizia es la nieta de Menchu.

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