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Ángel Machado Cabezas

Un precio de la electricidad más lógico y barato

El actual sistema del coste marginal para la fijación de las tarifas de la luz

El precio que paga el consumidor final por la electricidad, ya sea un particular o una empresa, parte del precio del mercado mayorista (venta de energía de las empresas generadoras o productoras a las comercializadoras). Las empresas generadoras de electricidad ofrecen cada día sus ofertas para el día siguiente con precios que pueden ser distintos según los costes de producción, incluso con tarifas que cambian cada hora.

Hay diversas formas de producir la electricidad: nuclear, hidroeléctrica, solar, eólica y térmica de carbón, de fuel o de ciclo combinado (gas). Estas distintas fuentes de generación tienen costes muy distintos y así la nuclear y las renovables son baratas y las térmicas son mucho más caras, en parte por la obligada compra del derecho de emisión de CO2.

Las distintas ofertas de precios diarios de las mayoristas se mezclan en un “pool” (piscina en inglés) y se juntan con la demanda estimada del día siguiente. En esta mezcla o “pool” primero entra en juego la generación más barata y se van añadiendo las restantes de menor a mayor coste de generación y el precio mayorista se establece en función del coste de generación más alto siendo este sistema denominado de coste marginal pues se fija en función de la última entrada en el pool que como se ha dicho es la más cara. De esta forma el precio se fija de una forma ventajosa para el productor, pues toda la transacción se hace al precio más alto.

Pongamos un ejemplo simplificado muy sencillo para entender la actual fijación del precio y como podría ser alternativamente. Supongamos para simplificar que solo hay dos fuentes de generación que son hidroeléctrica y de ciclo combinado, y que el coste del megavatio (MW) es de 1 y de 4 euros, respectivamente. Supongamos también que la oferta aceptada para el día siguiente, según el consumo previsto, es de 40.000 MW de hidroeléctrica y de 60.000 MW de ciclo combinado. Con el sistema actual del coste marginal toda la energía se vende a 4 euros/MW que es el coste más alto. Este sistema del coste marginal es adecuado cuando los distintos bienes o servicios vendidos son muy similares, pero cuando no es así como ocurre en este caso es mejor calcular el precio a partir del coste medio ponderado con la producción siendo la suma de los precios de cada alternativa multiplicados por su producción y dividiendo todo entre el total de la producción, lo que en este ejemplo sería: (1 euros/MW x 40.000 MW + 4 euros/MW x 60.000 MW) dividido entre (40.000 MW + 60.000 MW) = 2,8 euros/MW, el cual es inferior al anterior de 4 euros/MW, es decir se repercutirá un precio claramente menor al consumidor final y siendo más lógico al aproximarse a los verdaderos costes de producción. En el precio anterior no se incluye solo el coste de producción, sino que hay que incluir costes generales y una retribución de la inversión o beneficio, y esto se calcula en ambas alternativas de precio comentadas.

El precio minorista calculado con el sistema del coste marginal tiene la ventaja de que siempre se usan primero las fuentes de energía más baratas que además son las mejores medioambientalmente. El sistema alternativo basado en el coste medio ponderado da un precio más realista pero no incentiva directamente la generación prioritaria con los sistemas más interesantes en términos medioambientales, si bien esto se puede regular por ley obligando a hacerlo así.

El precio del consumidor final incluye mucho más que el precio anterior que solo representa alrededor del 35% del total de la factura. Hay que añadirle el IVA y el impuesto sobre la electricidad y los denominados peajes o costes regulados que son el transporte y la gestión de la red y las políticas medioambientales, sociales y económicas.

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