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Herminio Huerta

Para cambiar

Herminio Huerta

Gestión deficiente

Las pérdidas en la empresa pública dedicada a prestar servicios postales, de logística y distribución de paquetería

Probablemente a ustedes no les diga mucho el nombre de Juan Manuel Serrano, aunque se trata de una de las personas claves que promovió el ascenso de Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno y al liderazgo del PSOE, pues fue el amigo fiel que acompaño a Sánchez organizando aquella gira en su coche particular recorriendo España para recabar el apoyo de los afiliados.

Ya triunfante Sánchez, lo hizo su jefe de gabinete, aunque más tarde lo sustituyó por Iván Redondo y, en 2018 para premiar su fidelidad y agradecer los servicios prestados, lo nombró –a Serrano– presidente del Grupo Correos con un sueldo anual de doscientos mil euros.

Como todos saben, Correos es una empresa estatal que pertenece a la SEPI que, con 52.500 empleados, 15.000 vehículos y 8.500 puntos de atención, forma parte muy visible de nuestra vida diaria pues se dedica a prestar servicios postales, de logística y distribución de paquetería. Es notorio que, en estos últimos tiempos, atraviesa deficiencias importantes de funcionamiento, como por ejemplo, las colas diarias y tediosas ante sus oficinas que ya forman parte habitual del paisaje de las ciudades y, durante el transcurso de la pandemia, las protestas por la saturación y el servicio deficiente fueron continuas, denunciadas con vehemencia por los usuarios y los sindicatos que apuntaban, y lo siguen haciendo, la falta de cinco mil trabajadores y anormalidades claras en la administración y dirección de la compañía; incluso en todos los medios de comunicación pudimos ver que empresas importantes como Amazon y Alibaba, amenazaron con rescindir los contratos de distribución con Correos por los retrasos y el mal servicio.

El caso es que el año 2020 no fue un año bueno para la economía en general, pero si algún sector resultó beneficiado fue el de las ventas online, que creció exponencialmente y, como consecuencia, la entrega y distribución de mercancías asociadas al comercio electrónico, lo que provocó que las empresas de logística tuvieran un nivel de ocupación y expansión muy próspero.

Pues en ese escenario favorable para estas compañías, nos encontramos con que el Grupo Correos, que también pertenece a ese sector, ha tenido en el ejercicio 2020 unas pérdidas récord y espectaculares que han ascendido a 264 millones de euros, que desgraciadamente irán a cargo de nuestros impuestos.

Hay que decir que recientemente han publicado el resultado consolidado del primer semestre de este año, consignando que es positivo en 1,8 millones de euros. La verdad es que las cifras de este operador público no se entienden bien, o a mi me resultan confusas, porque a pesar de ese ridículo beneficio conseguido en los seis primeros meses, tienen previsto en su plan estratégico un quebranto de otros 70 millones para este 2021. ¿Se trata, entonces, de falsos beneficios y están ocultando pérdidas como dicen UGT y CC OO? Ya lo veremos a fin de año.

Más de una vez he escrito que las empresas públicas gestionadas por amigos y políticos sin experiencia empresarial pueden acabar sumidas en problemas y dificultades importantes. Basta con remitirse a lo que ocurrió con las cajas de ahorros, cuyo rescate nos costó sesenta mil millones de euros a todos los españoles.

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