Caso se prepara para abrir puertas con el Oriente asturiano y lo hace con el proyecto de la carretera que lo une con el Corredor del Nalón y que actualmente está a punto de finalizar el tramo Campo de Caso-Orlé-Bueres. En breve comenzará el estudio del impacto medioambiental para los tramos Bueres-Infiesto. De esta forma se consolidará un magno proyecto de infraestructuras que permitirá al concejo una red de comunicaciones extraordinaria y desbloqueará la vía actual, que durante años ha dificultado de forma extrema la unión entre los concejos de Caso y Piloña y que permitirá su unión con la autovía y carretera nacional hacia el oriente asturiano.
El tramo Campo de Caso-Orlé-Bueres está prácticamente a punto de terminarse. Se ha diseñado una amplia carretera con tres viaductos, uno de ellos sobre el Río Orlé. Se está comenzando con los vallados de seguridad y pendiente de la segunda capa de rodadura y las correspondientes señalizaciones. Con ello, finalizarán casi tres años de grandes dificultades y/o aislamiento del pueblo de Orlé, posiblemente el más perjudicado por una obra tan larga y costosa, entre otros aspectos por su complicada geografía de alta montaña, que ocasionó innumerables “argayos”, ya resueltos con escolleras muy bien ejecutadas.
He sido al principio especialmente crítica con esta obra, sobre todo por la deforestación, pero también reconozco que el poder regenerativo de la naturaleza es extraordinario y que en unos pocos años disfrutaremos de nuevo de sus arboledas, que ya comienzan a despuntar, y confío en que habrá plantaciones de árboles autóctonos para paliar el impacto medioambiental. No olvido el esfuerzo de Acciona ni de la Consejería de Infraestructuras del Principado para ir asegurando los grandes desmontes y también la colaboración de las empresas subcontratadas, que en todo momento atendieron las necesidades vecinales en los accesos a sus fincas y caminos. Algunas de ellas se renegociaron y culminaron con éxito.
La nueva perspectiva en Caso es esperanzadora. Cuando la red vial se mejora de forma extraordinaria como ahora, permitirá en un futuro que el concejo tenga comunicaciones de primer orden con el centro de Asturias a través del Corredor del Nalón y con el Oriente, que siempre fue una salida natural, así como con la Meseta, que se unirá también en un futuro al susodicho corredor hasta el puerto de Tarna con viales rápidos y seguros.
Todas estas buenas noticias sitúan a Caso y a sus habitantes en un paraíso accesible, con una mayoría de territorio en el parque de Redes. Ellos han sido sus cuidadores seculares. También han sido sufridores del rigor climatológico y de sus consecuencias (argayos, riadas, incomunicación, falta de electricidad y de medios en todos los sentidos, etcétera), pero lo han llevado con dignidad. Desde sus niños, que se han adaptado a todos estos varapalos, hasta sus mayores han puesto lo mejor de sí mismos, incluida su templanza para poder avanzar, con la mirada siempre puesta en el futuro que ahora se torna esperanzador.
Nada puedo mejorar del alegato que sobre Caso y los casinos acaba de hacer mi querida compañera de Protocolo en la Universidad de Oviedo Ana Lobeto en este periódico y que suscribo plenamente, con mi felicitación.
No obstante, hay un deseo unánime de los casinos que respalda los esfuerzos del alcalde de Caso y el Consistorio para presentar las bondades de este concejo, pacífico, excepcional, luchador, innovador, depositario de tradiciones y cultura ancestrales, con varias asociaciones vecinales, de exquisita gastronomía, y con un queso histórico y sin precedentes, entre otras bondades, ante la Fundación Princesa de Asturias para optar a su galardón y reconocer a la Comunidad Vecinal de Caso como “Ejemplar”. Los años de penuria y olvido ya han pasado y ahora niños, ancianos y vecinos en general esperan con ilusión ese reconocimiento internacional que sitúe a Asturias y Caso por unas horas en el foco mediático mundial y que les dé un día de gloria inolvidable. S.A.R. la Princesa de Asturias y su Real Familia serán correspondidos con su cariño y con esos tesoros ocultos de su historia, como esa venta de sus pastos a otro concejo para ayudar a las obras de la iglesia de Caleao hace un montón de siglos… A los casinos hay que añadirles la virtud tan preciada de la generosidad, entre otras.
Vamos a sumar, queridos amigos, para seguir adelante y esperar ese extraordinario galardón a la ejemplaridad que os merecéis plenamente. Siempre vais a estar en mi corazón.
