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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Telón de acero informativo

A cierta izquierda se le llena la boca de la palabra libertad, tal que la llevan pegada a las muelas como si fuera una caries. Tan es así que en ocasiones el uso frecuente del intachable vocablo, del que se apropian de manera mezquina, se vuelve contra ellos y les hace un boquete en la dentadura. O les deja con las posaderas en pompa. Es el caso de la reciente visita a Asturias del presidente del Gobierno, que vino a cantar las excelencias de la FP dual, esa modalidad de Formación Profesional por la que en esta región se lleva décadas clamando, como prédica en el desierto.

Sánchez, que no tiene reparos en poner de manifiesto su escaso respeto por el Estado de Derecho cuando conviene sacrificarlo a sus intereses partidistas, ordenó encerrar a los periodistas asturianos tras una cortina en una sala de la Laboral y los mantuvo en tinieblas durante una hora larga, sin poder cumplir con el sagrado deber de informar. Aquel cortinaje vigilado por guardaespaldas se convirtió en un muro de la vergüenza ante el que no cabían lamentaciones, en un telón de acero para impedir el desarrollo normal de la libertad de información, precepto consagrado en la Constitución que ya Rajoy se había pasado por el forro impunemente al liquidar sus comparecencias en modo plasma, hecho bochornoso que la izquierda criticó con dureza. La misma izquierda que esta semana metió a los periodistas asturianos en un gulag.

En una intervención tras la que no admitió preguntas, Sánchez consiguió lo que se proponía: que nadie le cuestionara el escándalo de los peajes, la demora bochornosa en la apertura de la variante de Pajares, el choteo innumerable del plan de vías... y si lo de Adriana Lastra son vacaciones forzosas en el congelador o hay interés del Presidente en quitársela de en medio, como antes a Ábalos y a Carmen Calvo.

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