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Ignacio Blanco

¿Un Fraga socialista para Asturias?

Ante el debate sobre la reforma estatutaria y la imposición de la llingua

El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, pretende hacernos creer que Asturias es un Estatuto de Autonomía. Quien limita nuestra región a los 56 artículos de esta norma y su historia a los últimos 40 años desde que se aprobó, sólo busca perpetuarse en el poder a cualquier precio. De ahí que pretenda ahora la innecesaria reforma del esta norma y la letal imposición de la llingua.

La reforma del estatuto y la mortal imposición de la llingua no son, en ningún caso, dos debates que estén en la calle. Se trata más bien de un debate imaginario con el que Adrián Barbón quiere tenernos entretenidos. Su particular escudo de la llingua y el estatuto.

Asturias existía miles de años antes del estatuto. Yo mismo nací antes del estatuto y Asturias ya estaba allí. Un Asturias diferente, pero ahí estaba, vanguardia de España, para después del estatuto, colocarse en la retaguardia. Y la Asturias de hoy, con Estatuto o sin él, no será la Asturias de dentro de 100 años.

Asturias es resultado de siglos de historia. Asturias no es nuestra, ni de nuestros antepasados, tampoco de los que nos sucederán, mucho menos de sus políticos. Porque Asturias es un proyecto inacabado, en constante construcción, depende de muchos, los de hoy y los del mañana, asturianos y no.

Los últimos 200 años de Asturias son los años de emigrados e inmigrados. Unos se fueron, a Hispanoamérica muchos de ellos, otros que vinieron. En su historia más reciente, Asturias creció en torno a la industria que atrajo a numerosos españoles en busca de trabajo (andaluces, extremeños, leoneses, cántabros, vascos, gallegos…) y cuyos descendientes son hoy parte fundamental de la población asturiana.

Una Asturias de la mano de España es posible, una Asturias de deriva identitaria, no tiene futuro alguno. Una deriva a la que pretende aún más llevar a Asturias el presidente del Principado. Asturias ya está aislada política, geográfica y económicamente, debemos contribuir a acabar con este aislamiento, y no contribuir a acrecentarlo. Parece que el presidente del Principado se ha olvidado de que tenemos una de las tasas más elevadas de paro juvenil de Europa. Y ahora, no solo quiere limitar a los jóvenes asturianos a encontrar un trabajo en su tierra, sino que además, quiere aún más limitar sus oportunidades fuera de Asturias a la que les ha obligado a marchar los sucesivos gobiernos socialistas con sus decisiones políticas.

El socialista Adrián Barbón parece adentrarse en la peligrosa senda de la identidad excluyente. Un recurso propio de incapaces. Decía recientemente ‘no admito que gente que no hace política aquí nos diga lo que tenemos que hacer’. No se refería a un extraterrestre, se refería a un diputado nacional, rematando esas declaraciones con un ‘Asturias es dueña de su destino’.

¿A que Asturias se refiere? ¿De qué destino habla? No se refiere a los asturianos, se refiere a Asturias. Como señalaba anteriormente, con un paro juvenil a la cabeza de Europa, ¿qué destino es el de estos jóvenes? ¿Son estos jóvenes dueños de su destino en Asturias? No, lo son fuera de Asturias debido a que las políticas socialistas de los últimos 40 años han destruido su posibilidad de futuro en nuestra región. Y ahora, quiere destruir aún más su futuro.

No nos equivoquemos, la tierra, la región, no son dueñas de nada, ni siquiera de su destino. Asturias ni siente ni padece. Asturias no sufre ni enferma, sufre y enferma un asturiano. Asturias no piensa en su futuro, un asturiano sí. Asturias no tiene problemas para pagar la luz o llegar a final de mes, un asturiano sí. Asturias no soporta listas de espera en la sanidad, una asturiana sí. Asturias no tiene preocupaciones, una asturiana sí. Asturias no emigra cuando su puesto de trabajo, un asturiano sí. Asturias no entierra a un familiar, una asturiana sí. Asturias no es dueña de su destino, los asturianos sí, en Asturias o fuera de Asturias.

No se dejen engañar por quienes pretenden que una tierra imaginaria determine su futuro. El futuro de esa tierra y la suya propia depende de ustedes mismos.

Somos mayoría los que reivindicamos esta extraordinaria tierra, pero sin destacar las diferencias con los demás, porque Asturias no tiene destino, el destino es de los asturianos, los de aquí y los de allá, los que se van y los que vienen, los que están y los que se fueron.

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