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Xuan Xosé Sánchez Vicente

Discursos baleros

La retórica que rodea al futuro económico de Asturias

Que, sin embargo, pese a su vacuidad, resuenan bien y pueden seducir incautos. Tan frecuentes en la política. El más reciente, el de don Pedro en la Laboral, pregonando la nueva FP. (¡Qué acierto, por cierto, venir a predicar la buena nueva de la formación profesional en la gironiana cuna de la formación profesional!).

Pues bien, pretenden que todos los alumnos pasen un tiempo de instrucción en las empresas. ¡Como si hubiese tantas que pudiesen acogerlos, dado el tamaño de la mayoría, o que estuviesen interesadas, pues, muchas veces, habrá que retrasar el trabajo para atender al alumno! ¡Y peor aún si hay que pagar al escolín! De modo que el propósito quedará en un “ya veremos, lo que se pueda”.

Con frecuencia ese discurso vacuo se llena de pomposidad. Así cuando el secretario general del PCE, Enrique Santiago, proclama y reclama una “soberanía industrial” para Asturies. ¿Soberanía industrial? ¿Con empresas dependientes del Gobierno asturiano? ¿Con I+D propio? ¿Con capital llariegu, privado o público? ¿Con capacidad para competir y exportar? En fin, ¿para qué comentar más el ruidoso eructema? Eso sí, admiremos la sonora retórica con que se empluma: todo ello, acompañado de una colorista transformación social, “con perspectiva roja, verde y morada”.

¿Solo estos? ¡Qué va! ¡Todos! ¿Qué proclaman los discurseantes de la Xunta en el día de la patria? LA NUEVA ESPAÑA, titular: “La reactivación y el cambio de modelo productivo unen a todos en el Día de Asturias”. ¿Ustedes han oído alguna vez la expresión “cambio de modelo productivo”? Seguramente desde hace treinta años. ¿Y eso en qué consiste? ¡Ah! Nadie lo sabe. ¿Más industria? ¿Quién la pone? ¿Quién invierte? ¿Qué industria? ¿Con qué tecnología competitiva y de vanguardia? ¿Dónde se coloca? ¿Es otra cosa, tal vez? No les contestarán a ninguna pregunta. Les basta con el ruido.

Lo malo no es que nos pretendan engañar, lo peor es que lo creen.

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