Es egotismo recalcitrante hablar en primera persona, sin duda, pero las circunstancias lo exigen. Tras la pandemia covid-19, erupciones volcánicas, terremotos, inundaciones, incendios forestales o atentados, hay tertulianos de televisión y radio que empiezan a invocar las sagradas escrituras: “Estamos a una página de entrar en la Biblia”, comentan haciendo alusión apocalíptica.
Hace más de veinticinco años que escribimos sobre la mejor forma de combatir esas “plagas”, los riesgos, educando en la autoprotección. Y apenas dieciocho años, un general del Ejército tomaba en sus manos este humilde librito que la Dirección General de Protección Civil llegó a tener en PDF en su web: “Introducción a la Protección Civil”. No es que haya relación causa efecto, pero al año siguiente, y tras la persistente solicitud al Ministerio de Defensa de adherir unidades de Bomberos en las misiones internacionales, surgió la Unidad Militar de Emergencias.
La Protección Civil tiene un origen militar, tal como describimos en este sencillo manual para educadores. La educación para las emergencias viene para quedarse, no deberíamos cuestionarlo, no cabe argumentar que compite con la educación vial, para la sexualidad, en valores, ciudadanía, sanitaria y un largo etcétera. Es necesario educar para la autoprotección, la Unidad Militar de Emergencias y los cuerpos y fuerzas de seguridad no puede llegar a cuarenta y siete millones de españoles, es imposible.
La palabra clave en el covid-19 ha sido “confinamiento”, se echó en falta la aplicación de la ley de Protección Civil, administraron a golpe de decretos por falta de previsión. Nos asustamos y nos asustaron, craso error cuando la esencia está en la capacidad reactiva de una sociedad bien formada, no hay Estado que acumule servicios para tanta calamidad, es el pueblo el mejor ejército, su organización en situaciones de emergencia, y la educación para la autoprotección el mejor arma.
La Dirección General de Protección Civil tiene en su haber, accesible para los educadores, una auténtica batería didáctica con la que hacer una eficiente programación escolar en educación para las emergencias que debería estar ya funcionando en todos los currículos de enseñanzas Primaria y Secundaria.
