La vida nunca podría haber existido sin la capacidad de los organismos de curarse a sí mismos. Debido a que la mayoría de los materiales sintéticos carecen de esta propiedad, su reconstrucción tras un daño requiere de intervención humana. Se han desarrollado ya materiales que pueden reparar pequeñas fracturas. Muchos de ellos son moléculas orgánicas que reaccionan químicamente formando un polímero que sella la fractura.
Un gran reto es que estos sistemas puedan integrarse en el futuro en las alas de los aviones o en una nave espacial. Así la nave o el ala del avión podrían repararse de forma automática en pleno vuelo. El diseño de materiales autorreparables con aplicaciones en diferentes ámbitos es uno de los grandes sueños de la ciencia de materiales.
