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Tino Pertierra

Solo será un minuto

Tino Pertierra

Ha venido para quedarse

Julia: “La tristeza viene para quedarse. Hay diferentes vías para llegar a ella. La amarga es la que más daño produce porque trae consigo demasiadas heridas mal curadas, demasiados reproches nunca cancelados, demasiadas puertas que se cerraron antes de tiempo. El abatimiento generalizado es un camino que no se acaba nunca y que da vueltas y vueltas y más vueltas sin llegar nunca a otro lugar. El bucle infinito, el bucle que no cambia ni admite salidas de emergencia. Solo queda caminar mirando el suelo para evitar tropiezos prematuros y devastadores, esos que te derriban y eres incapaz de volver a ponerte en pie.

Y luego está mi tristeza, sin aspavientos ni estruendos, que va creciendo poco a poco. Sin que te des cuenta te va consumiendo energías, aunque no tantas como para bloquearte del todo. Sientes que la mayor parte de las cosas en las que habías puesto ilusiones y el grueso de tus fuerzas se van desvaneciendo, y lo peor de todo es que no lo lamentas, simplemente das por hecho que vivir consiste en gran medida en ir despojándote de mercancía por la que no te apetece pujar.

Esa tristeza puede tener distintos orígenes. Las pérdidas de esas personas que dan sentido a tu sensibilidad. Los pequeños fracasos que poco a poco se convierten en un lastre del que no hay forma de desprenderse. Las decepciones que van taponando las arterias de la confianza, hasta que llega un momento en que prefieres quemar naves antes que subirte a una. No es una tristeza que lance señales de alarma. Solo alguien que haya aprendido a interpretar tus silencios y descifrar tus miradas al vacío puede percibir algo distinto, algo que se ha roto o está a punto de hacerlo, dejando su huella incluso en una sonrisa que pretenda alejar las sombras”.

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