Hugh Herr, líder mundial de la Biónica, desarrolla prótesis artificiales controladas con el pensamiento. Cuando Hugh Herr quiere mover sus piernas solo tiene que pensar en ello. La orden viaja entonces en forma de impulsos eléctricos, desde el cerebro a sus piernas biónicas, activando el movimiento de las mismas.
Pero Hugh Herr quiere que la comunicación sea bidireccional, que las piernas biónicas no solo reciban información del cerebro, sino que también recojan información del exterior y se la envíen al mismo. Recientes investigaciones de Herr demuestran que tejido muscular de otras partes del cuerpo, al incorporarlo al muñón, se convierte en un “sensor natural” de las prótesis altamente preciso. Este hallazgo supone un gran avance en la integración hombre-máquina.
