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José Manuel Ponte

Por favor, no me hable de Mbappé

Fichajes estrella en el fútbol

Desde hace dos años, aproximadamente, la prensa deportiva madrileña nos abruma con la posibilidad de que un futbolista francés de 22 años, Kylian Mbappé, acabe fichando por el Real Madrid. En la actualidad, el fenómeno pertenece a la plantilla del París Saint Germain, un equipo propiedad de un jeque árabe multimillonario que le paga una talegada para que en unión de Messi, Neymar y otras estrellas del balón redondo, le cumpla el capricho de ganar por primera vez la Liga de Campeones. En cualquier caso ,la tal posibilidad se presenta más cercana que nunca porque el mencionado Mbpe quedará libre a partir de junio y podrá suscribir contrato por quien mejor le parezca. El dinero no parece ser lo más problemático porque tanto el Real Madrid como el Pesg le pagaran cantidades astronómicas. Si se tratase de una subasta todos estaríamos de acuerdo de que la disponibilidad de dinero favorecería al jeque. Ahora bien, si la pugna va de prestigio, y de historial, entonces el Real Madrid tendría alguna oportunidad de ser escogido. No hay televisión, ni radio, ni periódico que durante todo este tiempo no haya tocado el tema de forma inmisericorde.

El que esto firma entiende que el presidente del Real Madrid , don Florentino Pérez, haya movido los hilos para alcanzar un objetivo que a primera vista resultaba inalcanzable. Desde el fichaje de Alfredo Di Stefano, todos los años se contrataba una estrella con la que apuntalar un equipo con vocación de líder. En esa linea de trabajo fueron llegando, en una primera etapa el francés Kopa, el húngaro Puskas, los brasileños Didi y Canario, el uruguayo Santamaría, el coruñés Amancio, los andaluces Pepillo, Del Sol y Gordillo y tantos otros. Luego, una etapa de producto nacional con Butragueño, Grosso, Gordillo, Vázquez, y Juanito por ejemplo. Y más tarde con el yugoeslavo Prosinesky, los británicos Cunnigan , McManaman, y David Beckham, que no ofrecieron el rendimiento esperado. En la etapa , digamos, contemporánea destacaron Ronaldo , Figo, y Cristiano. El fichaje de los tres resultó polémico y en cierto sentido el proceso tuvo rasgos parecidos. El argumento utilizado obligaba al jugador apetecido por el Real Madrid a reconocer que nada le haría más feliz que integrarse en su plantilla. Conocido su deseo (“Los futbolistas acaban jugando donde ellos quieren”se suele decir) era llegado el momento de hablar de dinero, de porcentajes, y de comisiones. Para concluir, se organizaba un gran festejo de bienvenida en el que comparecía el escogido por los dioses del mercado con su nueva camiseta. La idea de que el Real Madrid está obligado a ganar varios títulos al año no se sostiene de pie. Por mérito de la edad, el que esto escribe conoció la época (antes de la llegada de Di Stefano) en que el equipo de Concha Espina era uno de los varios del montón. Un pariente mío, me llevó a ver al Real Madrid enfrentado al Deportivo , que alineaba aquella famosa delantera conocida por “La Orquesta Canaro” (la formada por los argentinos Corcuera, Oswaldo y Rafael Franco, el uruguayo Moll y el gallego Tino). Los blancos perdieron por goleada 5-0 y el último gol lo marcó Oswaldo de penalti. La mujer de Alonso, el portero madridista, que estaba sentada en la tribuna cerca de nosotros exclamó “Ay, pobre Juanito”. La imbatibilidad por decreto es una quimera.

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