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Maxi Rodríguez

Parando en Villalpando

Maxi Rodríguez

¡Zasca!

Adiós al debate

–¡Zasca!

–¿Yá tas a ello, Tonio? ¿Nun va ser mejor charrar tranquilamente, argumentar?

–¡Ye Twitter, ho! Y aquí...

–Si solo fuera ahí…

–¿Eh?

–Ye la vida, en general.

–¿Que qué, ho?

–Con esa mierda del zasca tamos “twitterizando” la vida pública.

–Anda, calla.

–No. Dígotelo en serio. En vez de intercambiar ideas…

–¡Zasca! ¡A mamar!

–¿Ves? Siempre igual: la coña chunga, el insultu personal.

–Yo no insulto a nadie.

–¡Home, no! Buscas la humillación pública del contrincante.

–Ye lo que se merecen.

–¿Por? ¿Qué ye, que nun pues dialogar?

–¿Con esos capullos? ¿Tú en qué bando tás?

–¡Yo qué sé!

–Pues hai que sabelo.

–¿El qué?

–Quiénes son los malos, quiénes son los buenos. Eliges un bando y, hala, a soltar zascas al contrariu.

–¿Y el debate? ¿La conversación?

–¿La qué, ho?

–No sé, tratar d’entender los argumentos del otru, sin que eso signifique renunciar a los propios.

–¡Pero si no tienen ni puta idea!

–¿Qué ye, nun hai grises, nin matices, ni...?

–¡Zasca!

–Hala, así nos va. Ye imposible debatir, profundizar en na.

–¡Toi petándolo, Rufino! ¡Mira, mira cuántos retuits!

–Normal.

–¡Cagonrós, toi viniéndome arriba!

–¿Pero no te das cuenta de que jalean los mensajes más simples, agresivos y sectarios?

–¿Sectariu yo? ¡Sectarios son ellos!

–¿Quiénes?

–Los otros. Yo soi mui finu. Tengo una gracia que flipes.

–Sí, ho. Yes el nuevu Quevedo, la reencarnación de Groucho Marx.

–¡Mira qué pila de seguidores! Y solo por opinar.

–No, perdona, una cosa ye opinar y otra dar cortes, ser faltosu, maleducáu.

–Cada día síguenme más.

–Mientres-yos digas lo que quieran escuchar...

–Pero con chispa, ¿oíste? Cuidao conmigo, que soi mui finu.

–Di que sí, tú sigue ahí, a hosties verbales.

–¡Home, esto ye Twitter, Rufino! ¡Zasca va, zasca vien!

–¡Puf! Qué sociedá más guapa ta quedándonos.

–¿Por?

–Un mundu de mensajes cortos y demagógicos, onde se renuncia al gris, al matiz y a la complejidá.

–¡Zasca!

–Y encima, nun se pue disentir amablemente, discrepar...

–¡Zasca! ¡Zasca! ¡Zasca! ¡A mamar!

www.parandoenvillalpando.com

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