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Credibilidad política y el peaje del Huerna

Las medidas para atenuar el impacto de la prórroga del pago por cruzar a la Meseta

El peaje de la autopista del Huerna es, desde hace muchos años, objeto de duras controversias políticas. Es, también desde hace muchos años, motivo de queja para los usuarios que, por una u otra razón, se desplazan entre Asturias y León. En este punto, conviene hacer un poco de historia.

Credibilidad política y el peaje del Huerna

En 1975 se inició la construcción de la AP-66 que comunica Asturias con la Meseta. Una infraestructura que fue abierta parcialmente en agosto de 1983, finalizando completamente las obras en 1997 con la apertura del segundo túnel de El Negrón. La concesión para su construcción, conservación y explotación se otorgó en 1975 a la sociedad Autopista Concesionaria Astur-Leonesa S.A. (Aucalsa), a través del Decreto 2417/1975 por un periodo de cuarenta y cinco años. Es decir, de 1975 a 2021.

Por lo tanto, el pasado 17 de octubre el peaje debería haber llegado a su fin. Pero, ¿por qué no fue así? Todo el mundo conoce la respuesta, pero a algunos representantes políticos parece habérseles olvidado. El Real Decreto 392/2000 de 17 de marzo, en la etapa de Francisco Álvarez-Cascos (entonces en el Gobierno del PP con José María Aznar), amplió la concesión hasta el 17 de octubre de 2050. Tres años después de ese Real Decreto se privatizó Aucalsa.

Sirva esto como ejemplo de la trascendencia que suponen las decisiones de los gobiernos adoptadas por razones de oportunidad o conveniencia, pero que tienen un impacto económico, social o ambiental que sobrepasa, a veces por mucho, el periodo para el que esos gobiernos ostentan la responsabilidad de mando. Para tomar este tipo de decisiones debería primar la defensa del interés general, definido tras el riguroso estudio del impacto económico, estructural, ambiental, social y sobre la salud de la medida en cuestión.

Winston Churchill dijo que “un político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones, no en las próximas elecciones”. Hay ocasiones en las que es obligado adoptar decisiones de estadista, y está claro que la decisión tomada por el PP en el caso del peaje del Huerna no fue una decisión de Estado sino una mala decisión que nos afectó, nos afecta y nos afectará a todos los asturianos y asturianas durante años, sobrepasando en mucho tiempo su periodo de gobierno. Hasta 2050, ¡casi nada!

Sirva esta reflexión para constatar la nula credibilidad política de determinados dirigentes y formaciones que obvian las decisiones que tomaron cuando estaban en el gobierno y que, ahora desde la oposición, hacen como si no tuvieran nada que ver con sus acciones y, para colmo, intentan sacar rédito político en un claro ejercicio de cinismo. Hemos escuchado con sorpresa al PP en la Junta General del Principado pedir el fin del peaje, por un lado, y al mismo tiempo defender su ampliación hasta 2050 para invertir en otros territorios del Estado. El mismo PP que través de sus representantes en el Congreso y en el Senado pide bonificaciones para el peaje, presentando además enmiendas a los Presupuestos Generales sin ningún tipo de rigor ni de pudor.

El PSOE está tomando decisiones desde el Gobierno para reducir el peaje del Huerna. El incremento de la partida destinada en los Presupuestos Generales del Estado para bonificaciones es un ejemplo. Este será un primer paso, ya que somos conscientes de que hay que avanzar hacia la eliminación de esta discriminación con otros territorios del Estado. No es justa la desigualdad que sufre Asturias, con un elevado coste para viajar a Madrid que no padece ningún otro territorio en las vías de alta capacidad.

Estas desigualdades deben ser corregidas. En ello están y estuvieron los Gobiernos del PSOE. Y mientras no se pueda afrontar la supresión del peaje, se sigue rebajando su coste. Pero no podemos tolerar que el PP haga demagogia con esto, con una clara falta de memoria (y con mucho cinismo) sobre las decisiones que tomaron cuando gobernaban, que cuesta mucho revertir y que seguimos sufriendo muchos años después del fin de sus gobiernos.

El PP es un monumento a la incoherencia. Si consideran que la decisión del Gobierno de Aznar de prorrogar el peaje hasta 2050 era tan buena, no se comprende que ahora pretendan eliminarlo. Y si por contra entienden que es necesaria su supresión, ¿por qué el Gobierno de Rajoy, cuando pudo hacerlo, no continuó con las rebajas que inició el Gobierno de Zapatero? A la vista de sus actos, está claro que el PP no tiene credibilidad política, y mucho menos en lo que tiene que ver con el peaje del Huerna.

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