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Vicente Montes

Pronóstico favorable, pero inestable

El Gobierno tiene cercano el apoyo de IU y Ciudadanos a las cuentas, pero mantiene distantes a Podemos y a Foro

Las reacciones de los partidos a las cuentas presentadas ayer por el Gobierno son un buen termómetro del escenario que se encontrará el PSOE en el debate presupuestario en la Junta. A falta de mucha negociación y pasillo, el matiz está en quiénes ven la botella medio llena y quiénes medio vacía. Los que interpretan que hay agua son Izquierda Unida y Ciudadanos; los que ven el líquido escaso, Foro y Podemos. El PP parte en posición contraria y el debate estará en si los populares se abstienen o abiertamente rechazan las cuentas. Por parte de Vox nada esperaba el PSOE desde el principio, razón por lo que excluyó a este partido de las conversaciones.

La clave está en qué partidos respaldarán al Gobierno en sus cuentas. Que Izquierda Unida no lo hiciese supondría un severo traspié: la coalición es el socio preferente y se encargó de señalar que no admitiría una rebaja en el esquema fiscal de las cuentas, como pedía Foro. Ese objetivo está cumplido.

El respaldo de Ciudadanos tiene enjundia. Los naranjas han pasado por varios estados de ánimo: en el verano llegaron a señalar que rompían cualquier atisbo de futuro respaldo a Barbón al considerar que había incumplido los compromisos pactados en las anteriores cuentas. Tras algunos acelerones del Ejecutivo, ese enfado se atenuó, pero, movidos por sus propias dinámicas internas, algunos dirigentes del partido plantearon hace nada una estrategia de distanciamiento presupuestario con el PSOE tanto en el ámbito regional como en Avilés y Gijón. Pero ahora, con una severa fractura en el Grupo parlamentario, el respaldo a las cuentas de Barbón sería un buen argumento para ahuyentar los fantasmas de futura fuga al PP que han aireado los dos diputados críticos. De ahí que en los últimos días el Gobierno y el grupo parlamentario del PSOE haya incrementado los contactos con Ciudadanos.

Con Podemos las cosas están frías. “Decepcionantes”, dijo su secretario general, Daniel Ripa, que siente que el PSOE acepta otras exigencias antes que las suyas, por lo que una posible abstención sobrevuela en el partido. También en Foro están las dudas, ya que consideran que quedan de lado las exigencias que planteó el partido para desbloquear la reforma del Estatuto: principalmente, la rebaja del impuesto de Sucesiones. El Gobierno ha dado algunas migas, pero los foristas deberán digerir si son suficientes. En todo caso, la inestabilidad y las negociaciones urgentes pueden inclinar las balanzas en el último minuto.

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