La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

230424LNE ANGEL GONZALEZ 173522080

La montaña mágica

El volcán ha dejado de manar más o menos cuando hemos dejado de mirar hacia él y hacer cábalas sobre las leyes que rigen su conducta, aparentemente caprichosa. Sería excesivo imaginarlo un exhibicionista al que la pérdida de interés del observador le baja la excitación, pero quizás convenga introducir en nuestro modo de mirar los fenómenos de la naturaleza una pizca al menos de animismo, visto que con frecuencia la ciencia no es capaz de explicar por qué actúan de un modo y de pronto dejan de hacerlo. Cuando nuestros ancestros pensaban que todas las cosas tenían alma y no podía decirse de algunas (como nubes o rocas) que fueran inanimadas, la ciencia ciertamente estaba aún en pañales, pero, una vez demostrado que en buena medida lo sigue estando, ¿no convendría volver los ojos al pensamiento mágico, aunque sea a ratos y sin perder pie del todo en la ciencia y la razón?

Compartir el artículo

stats