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Herminio Huerta

Para cambiar

Herminio Huerta

Deterioro preocupante

La ganadería intensiva

Empezaré aclarando que no me identifico para nada con las ideas políticas comunistas de Garzón, ministro de Consumo, que habitualmente defiende y pone de ejemplo a sátrapas que lideran dictaduras como Cuba, Venezuela, Nicaragua y algunas otras que recortan y no respetan los derechos básicos de sus ciudadanos. Sin embargo, les confieso que, en sus declaraciones sobre las macrogranjas en España, reconozco que le asiste una buena parte de razón.

En la polémica entrevista que concedió a “The Guardian” en diciembre, dijo que: contaminan el suelo y el agua y que los animales, al estar maltratados, producen peor carne. En ese mismo reportaje, también afirmó que, en cambio, un sector ganadero extensivo es medioambiental y económicamente sostenible.

Digo que le asiste parte de razón porque parece suficientemente probado que, en las explotaciones intensivas, el ganado vive hacinado, casi sin poder moverse, nunca sale al campo, generan residuos que contaminan los terrenos y llenan el agua de nitratos y otros productos químicos venenosos que se acaban filtrando y llegando a la red de abastecimiento humano; por otra parte, los malos olores que padecen las personas que viven en esos entornos son insoportables. En esas ganaderías, además, alimentan a los animales solamente con piensos baratos que proceden de Sudamérica donde, para cultivarlos, han llevado a cabo deforestaciones de millones de hectáreas con un enorme coste medioambiental para el planeta. En los países mas evolucionados de Europa, hace años que se vienen tomando medidas para poner freno y erradicar este tipo de explotaciones. Por contra, en el nuestro todavía no parece preocupar el perjuicio ecológico que generan.

Si el efecto pernicioso de las megagranjas parece tan obvio y demostrado, sorprende bastante que el líder del PP hiciese de esta cuestión su eje principal en la campaña electoral en Castilla León, cargando contra las declaraciones del ministro y fotografiándose en el campo rodeado de vacas y ovejas como dando a entender que su partido es el auténtico defensor del medio de vida de los agricultores y ganaderos.

En mi opinión, Casado no estuvo acertado con esa estrategia de critica feroz a las declaraciones de Garzón, pues muchos ciudadanos acabaran preguntándose: ¿significa que, en el supuesto de que, en un futuro, llegara a gobernar España, abogaría por una proliferación de este tipo de explotaciones ganaderas superintensivas que provocan el deterioro del entorno?

Por otra parte, recientemente leo en los diarios que el PP de Andalucía ha presentado dos proposiciones de ley para legalizar 1.500 hectáreas que se riegan con pozos ilegales en el Parque de Doñana, donde hace ya tiempo que vienen degradando los acuíferos, ya de por sí muy dañados, de uno de los espacios protegidos mas emblemáticos de España. Otra equivocación que puede etiquetar a los populares como poco preocupados por los asuntos ecológicos. Esta aparente actitud de que todo vale en economía para crear puestos de trabajo, ¿será una estrategia del Partido Popular?

En mi opinión, el líder de la oposición, en este tipo de cuestiones, debería replantearse su enfoque y potenciar la imagen de que su partido esta claramente en la lucha por el conservacionismo para que la gente lo identifique con una perspectiva mas a largo plazo respecto a cuales son las necesidades verdaderas del país sin degradar el entorno.

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