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JC Herrero

Un centro nacional de acogida

Comenzar ya la reconstrucción de Ucrania

Ya llegamos tarde, como de costumbre, para que desde el Gobierno de España se decrete por la vía de urgencia un Centro Nacional de Acogida a Ucrania (CNAU).

Vale incluso la infraestructura con la afrontamos la covid-19, las comisiones interterritoriales tan necesarias para saber qué, cómo, cuándo, cuánto y dónde ayudar al pueblo ucraniano con eficiencia, sin improvisar.

Surgen las iniciativas familiares, de organizaciones no gubernamentales mientras que el Gobierno de España juega a ver cómo reaccionan las distintas autonomías. Volvemos al despiste inicial de la gestión de la pandemia.

Tras la reciente visita de Ursula Von der Leyen, Sánchez tiene la compulsa para cualquier actuación en la acogida de refugiados, se obliga a coordinar desde un centro operativo de coordinación. Tenemos cien mil ciudadanos de Ucrania residentes en España, antes de esta invasión rusa. Es una cifra extraordinaria para empezar, ya, a tejer redes de ayuda bajo la inteligencia y sentido de la Cooperación al Desarrollo.

No se pueden cometer errores como en anteriores acogidas, léase Bosnia, manejando grupos de personas al albur de las ocurrencias.

Cuando Putin se adueñe de Ucrania nadie querrá regresar a una dictadura. ¿Alguien exculpará su crimen de lesa humanidad?

Esto significa que nuestros compatriotas europeos, que eso son los ciudadanos de Ucrania, residirán por largo tiempo en nuestro país.

Qué mejor que esos cien mil residentes ucranianos para iniciar el periodo de adaptación de los suyos, sin injerencias ni buenismos institucionales. Ellos son los mejores interlocutores, hay que empoderarles para una acogida eficiente, siempre bajo los auspicios de las comisiones interterritoriales dependientes de la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo.

Es obligado para España crear ese CNAU con el que dar acreditaciones, proyectar programas de adaptación, escolarización y demás derechos para un pueblo que viene, con toda seguridad, a quedarse en la Europa que les corresponde, la que quieren democráticamente.

España tendrá un papel extraordinario en la recuperación de Ucrania cuando el invasor se vaya.

Que empiece, ya, la reconstrucción de Ucrania, sin dilación con el CNAU.

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