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Julio Vaquero Iglesias

John H. Elliott: maestro de historiadores

Sobre el legado del hispanista y premio “Príncipe de Asturias” de Ciencias Sociales, fallecido esta semana

Ha fallecido este pasado día 10, a los 92 años, el historiador británico John H. Elliott. Cuando el jurado del Premio “Príncipe de Asturias” le concedió en 1996 el premio de Ciencias Sociales, le mencionó con propiedad como maestro de hispanistas. Pero Elliott fue además y sobre todo maestro de historiadores. Sus obras pioneras como “La España imperial” o la biografía “El Conde-Duque de Olivares” no sólo fueron obras decisivas para el conocimiento de la decadencia del Imperio español de los Austrias en la Edad Moderna superando la visión parcial que la historiografía franquista difundía de esa etapa, sino que, además, constituyeron para los estudiantes de aquella época de la licenciatura de Historia no sólo una visión de ella menos ideologizada y más en consonancia con la ciencia histórica.

John H. Elliott: maestro de historiadores

Lo que suponía la difusión a través de la escuela de una visión totalmente diferente de la que exponían los manuales franquistas Y para algunos de aquellos estudiantes que se convertirían después en historiadores profesionales la historia que practicaba Elliott se convertiría en un modelo historiográfico a seguir que sin duda suponía un avance con relación a la historia erudita e ideologizada que los historiadores franquistas difundían.

Como buen historiador británico, sin basarse en una teoría formalizada, la Historia que Elliott hacía se basaba en el método comparativo que practicaban la mayoría de los historiadores de las islas. Utilizaba una depurada y abundante documentación para construir sus obras y hacía de la comparación histórica entre sociedades diferentes un instrumento básico para llegar a conclusiones más generales de los procesos históricos. La decadencia del Imperio español de los Austrias la comparaba con la decadencia en que estaba inmerso el Reino Unido tras la Segunda Guerra Mundial. O explicaba también a través de la comparación las características diferentes que habían tenido la colonización española y la británica de las tierras americanas. En realidad casi podríamos decir que, en resumen, su labor como investigador de la historia de España es haber puesto en claro que la historia de España moderna no suponía un paradigma diferente, una excepción o anomalía histórica en el contexto europeo. Conclusión a la que ha llegado posteriormente la mayor de los historiadores de nuestro pasado.

Pero, además, la expresión de maestro de historiadores que le hemos atribuido tiene, sin duda, otro aspecto relevante que agranda todavía más su labor como historiador. Elliott fue, sin duda, un excelente historiador, pero también un gran maestro de historiadores en el sentido en que una parte de su obra fue la de constituir una escuela de numerosos historiadores a los que no sólo instruyó sino que, sobre todo, formó como tales y de ello se derivó la multiplicación de los efectos de su labor profesional. La lista de sus discípulos es muy numerosa y va más allá de lo que suele entenderse con el término de “escuela”. Pero, además de su influencia historiográfica, Elliot supo mantener con ellos una estrecha relación derivada de su personalidad equilibrada y prudente, no dominante, que posibilitó su encuadre en la corriente historiográfica que eligiesen sin perder la influencia de su maestro.

Hay, además, otro aspecto de su obra que a veces ha pasado desapercibido, pero que es de gran importancia. Me refiero a la importancia que Elliott concedía al arte como fuente historiográfica, además de su pasión por la pintura del Siglo de Oro. Fue un profundo conocedor de las obras del Museo del Prado y sobre nuestra pinacoteca escribió con Jonathan Brown “Un palacio para un Rey”.

Sin duda, en la hora de su fallecimiento hemos de reconocer su valía como historiador y maestro de historiadores, además de hispanista y maestro de hispanistas. Su labor historiográfica fue decisiva sin duda para el conocimiento de la Edad Moderna de la Historia de España.

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