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Alejandro Ortea

Varadero de Fomento

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Panorama de actualidad

Marejadilla consistorial a un año vista

El diputado socialista en la Junta General Ángel Morales, que se enfrentó por la secretaría general de la agrupación de su partido en Llanes, se dejó decir que se trataba de optar entre dos formas de hacer política, la del futuro y la del pasado. Y los afiliados de Llanes prefirieron un pasado glorioso a un futuro incierto y gaseoso. Porque esa es la cualidad política del hombrín de Laviana que habita el último piso de Suárez de la Riva: la volatilidad. No terminan de salirle las cosas en condiciones y eso que percibe el electorado de toda la provincia también lo nota la militancia de base socialista, que está verdaderamente a pie de calle y siente y padece como el común de la gente. Y siendo tan fuerte el sentimiento, permea por toda la estructura del partido y en ocasiones se rebela ante los aparatos y sus instrucciones. Se puede objetar que Llanes es una agrupación socialista peculiar, como lo es la de nuestra villa marinera, y que sus resultados engañan y no son nada frente a la provincia en su totalidad.

La Corriente continúa adelante y, para variar, vota al mismo Ignacio Fuster para mandamás, que ya lo es desde hace seis años. Si es más de los mismo, iguales seguirán siendo sus métodos de acción, tantas veces deleznables, y se multiplicarán sus intentos de intervenir en la actividad municipal a través de Podemos. Pero la presencia de Sofía Fernández al frente de la formación política en la provincia significa que las relaciones con la CSI se enfrían. Otra situación que probablemente se normalizará, más si tenemos en cuenta que probablemente disminuirá la representación de Podemos en el Pleno municipal. Dicho esto, dejemos el asunto en un veremos porque falta más de un año para las municipales y en tan extenso lapso temporal puede pasar de todo. Para los intereses de la mayoría ciudadana y la buena marcha de los asuntos, sería formidable la suma con la caída de la influencia de la Corriente en Podemos y la disminución de representación edilicia de este poco fiable ente político.

Cosa parecida sucederá con los de Ciudadanos, en franco retroceso. Estuvieron a punto de tocar el cielo –recordemos que en esta Corporación son la segunda formación más votada– y, siguiendo la tónica general en toda España, proseguirán su caída libre hasta sumirse en la nada. Si Pablo González, el responsable del PP en la ciudad, juega medianamente bien sus cartas, recuperará para la derecha local las posiciones que detentaron como eterna oposición tras el hecho extraño del período forista, que también está en retroceso, por lo que sólo les queda no quitar ojo a los ultras. Y la nave va.

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