El Universo en el que hoy vivimos mide menos que el de mañana. El motivo es que vivimos en un Universo en expansión, un Universo que se agranda como un globo que se hincha y en el que las galaxias se separan unas de otras. El astrónomo Edwin Hubble fue el primero en sorprender a la comunidad científica con estos inesperados descubrimientos. Corría el año 1929 y obligó al propio Einstein a rectificar su teoría que conducía a un Universo estático e inmutable.
Llegará un día en el que miraremos al cielo y veremos las estrellas de nuestra Vía Láctea, pero no al resto de galaxias pues estarán demasiado lejos. ¡Estaremos solos en mitad de la noche! La culpa la tiene la denominada energía oscura. Esta misteriosa energía representa el 73% del contenido del cosmos y empuja a las galaxias, separándolas unas de otras y aumentando así el tamaño del Universo.
