La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fernando Granda

Invierno en España para ahorrar gas en Alemania

Una propuesta que se debate en la sociedad germana y en el Bundestag

Los políticos alemanes parece que están echando cuentas y estudian si la medida pudiera ser llevada a cabo. Y es que la propuesta de la presidenta de la Asociación de Agencias de Viajes Independientes de Alemania, Marina Linnhoff, no era tan curiosa como parecía a simple vista. “Viajar contra Putin es mejor que congelarse por culpa de Putin”, ha declarado Linnhoff al periódico “Rheinische Post”, que se publica en Dusseldorf desde hace 75 años, tras manifestar su propuesta de que los jubilados alemanes disfruten un invierno sin el frío que representarán las restricciones de gas que llegarán si finalmente el Gobierno alemán deja de comprar el gas ruso.

Marina Linnhoff propuso hace unos días que el Gobierno de Berlín ofrezca 500 euros en un bono a los jubilados para que viajen a España en invierno. Así ahorrarían el gas de la calefacción y, además, no dependerían del fluido ruso y no pagarían a Vladimir Putin.

El ejecutivo alemán por el momento no ha dicho claramente sobre si estudia la posibilidad de aplicar la medida el próximo invierno pero la propuesta ya corre por el Parlamento. A la presidenta del comité de turismo del Bundestag, Jana Schimke, en principio no le entusiasma porque el coste de la medida representaría un gasto de unos 10.000 millones de euros y no compensaría, no sería un posible ahorro en el consumo de gas.

El argumento de Marina Linnhoff es que si los jubilados pasan la estación fría en España –ella habla de los lugares favoritos de los alemanes, como Baleares o Canarias– disfrutarán de un clima mucho más agradable y no consumirán el gas del invasor/destructor ruso de Ucrania. La presidenta de las agencias independientes insiste en que tomen en serio su sugerencia de buscar climas más cálidos porque el ahorro de esa energía podría ser aprovechado por la industria y “tendría efectos positivos para el sector del turismo”. Cuestión que tendría repercusión en nuestro país y en nuestra comunidad.

Incentivar la estancia de alemanes en España promueve que muchos germanos terminen residiendo en nuestro país, ya sea como inquilinos o como propietarios de segundas residencias. La mitad de las viviendas que se vendieron en las islas Baleares el año pasado fueron a extranjeros, más de la mitad a alemanes. Y según algunas fuentes estudiosas del cambio climático la diferencia de tiempo atmosférico entre el Principado y las islas mediterráneas se ha reducido en gran medida, además de que el ambiente y paisaje astur se asemeja mucho al de bastantes territorios alemanes.

Medios germánicos señalan que la propuesta no ha dejado indiferente a nadie y tanto en la sociedad como en el mismo Gobierno han surgido voces que la defienden y también detractores. Las opiniones son muy variadas y algunas ya han pedido que se debata para resaltar públicamente las opiniones y las consideraciones económicas. El Ejecutivo presidido por el canciller Olaf Scholz no se ha pronunciado oficialmente sobre la cuestión pero está trabajando en elaborar un plan de emergencia para lograr la reducción del consumo, tanto en hogares como en industria.

Mientras, en el sur del continente se ve la medida positiva, que ayudaría al sector de muchas comunidades a desestacionalizar el turismo, rentabilizar viviendas y hostelería. Desde el punto de vista ecológico sería un punto en la lucha contra el cambio climático. El Consejo de Gobierno del Principado debería interesarse por la propuesta y tratar de incentivar la llegada de alemanes a nuestra tierra que dinamizaría la economía local, podría detener la caída de la población y atraer nuevas iniciativas.

Compartir el artículo

stats