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Vicente Montes

El mensaje del voto

La lectura en clave nacional de las elecciones en Andalucía marcará la agenda política en todo el país

La pregunta por la mañana, antes de que se abriesen las urnas andaluzas, era cuál sería el mensaje secreto del voto: ¿se votaría la gestión de Moreno y se castigaría la tendencia regional del PSOE? ¿O se lanzaría un mensaje nacional? Cuando estalló la mayoría absoluta de los populares, agrandándose a medida que continuaba el escrutinio, ya había pocas dudas. Imposible leer el resultado autonómico en una mera interpretación ceñida al terreno. La idea de cambio de ciclo, creciente desde la llegada de Feijóo, ya es una proclama.

Queda aún mucho para las próximas elecciones autonómicas y generales, y los escenarios, ya lo sabemos, son cambiantes, así como volátil la sensación ciudadana. Pero Feijóo lleva tras de sí un halo que ahora se ha visto indudablemente reforzado. El gobierno de Pedro Sánchez tendrá que tomar buena nota porque a medida que se instalan en el subconsciente colectivo ciertas ideas anidan un tiempo. La evolución de la economía, en especial después del verano, será determinante.

Hay otras dos lecturas clave. La primera, el chasco que para Vox ha supuesto el resultado. Es muy probable que suponga el inicio del pinchazo de los de Abascal, que venían con una muy destacada escalada en las encuestas. Si aglutinaba votos deseos de expresar su animadversión al gobierno de izquierdas en España, esos votos tendrán ahora un vehículo más veloz para desalojar a Sánchez de la Moncloa.

La segunda, la caída de los partidos a la izquierda del PSOE, lo que sin duda obligará a Yolanda Díaz a replantear el discurso de su frente amplio con “Sumar”. Quizás toque posicionarse con discursos de oposición antes que con argumentos de Gobierno. La desaparición de Ciudadanos ya se daba por hecha, así que no sorprende. Pero abre incógnitas sobre el futuro del partido en el conjunto de España y de sus dirigentes.

En Asturias habrá consecuencias. El PSOE redoblará la defensa de su posición autonómica, para no dejar flancos al efecto Feijóo. Barbón se centrará en lo autonómico. Y en el PP asturiano habrá que ver en qué quedan todos esos runrunes.

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