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Juan Antonio Lázaro

Luces desde Bruselas

Las pautas que marcarán la próxima distribución de fondos rurales de la UE

Me gusta ir de vez en cuando a Bruselas para ver, oír y escuchar lo que piensa Europa. Coincidiendo con la celebración de una jornada para difundir el Pacto Rural Europeo tuve la oportunidad de hablar con los responsables de la DG AGRI (Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea) del Plan Estratégico de la Política Agraria Común (PEPAC) para España en el próximo periodo de programación 2023-27, y contrastar opiniones sobre el programa Leader.

Sin entrar en aspectos técnicos, la impresión general es que la estructura administrativa del estado español no está pensada para beneficiarse correctamente de los fondos de la UE. Nuestro entramado legal complica en exceso la esencia y los objetivos de los fondos destinados a fomentar el desarrollo rural en su concepto holístico más amplio, mostrando el excesivo recato con el que se adaptan las propuestas normativas comunitarias a escala estatal y autonómica.

Aunque en Bruselas lo tienen claro, les cuesta entender las diferentes versiones que el programa Leader tiene en cada autonomía y cómo lo que consideran los interventores ilegal en una región se termina convirtiendo en ejemplo de buenas prácticas para la UE en las que sí se admitió.

Estamos hablando del caso concreto del Ticket del Autónomo Rural, que se puso en marcha este periodo en Asturias y que ha sido considerado como ejemplo de buena gestión y modelo en la aplicación de costes simplificados, y que ha sido rechazado en otras regiones más meridionales, aunque en nuestro caso pueda ser manifiestamente mejorable.

No pasó desapercibida a ojos de los responsables de Bruselas la fuerte apuesta que el Gobierno regional asturiano ha hecho por el programa Leader en este periodo y su intención de mantenerla en el siguiente, con una dotación económica del 25% del presupuesto disponible frente al 10% de media nacional.

Gusta, y mucho, a la DG AGRI esa apuesta por afrontar desde otra perspectiva la gestión del Feader (Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural), cumpliendo el doble objetivo de mejorar la calidad de vida y el tejido socioeconómico de las zonas rurales, integrando todas las actividades económicas, agricultura incluida, en una estrategia común. La idea pionera de que Asturias parta de un Plan Regional para el Leader, que se adapte a las circunstancias e intereses de cada comarca, les resultó muy novedoso e interesante y mostraron mucho interés en hacerle un seguimiento de primera mano.

El “Leader total” de Asturias gusta en Bruselas, desde donde animan a seguir con esta apuesta para el futuro, la más importante porcentualmente de la UE.

Me gusta esa Unión Europea que ejerce de "Gran Hermano" y nos vigila desde la distancia, mientras que nosotros pensamos que no nos mira, con aires de despistada pero siempre atenta para echar una mano cuando nos salimos de la pauta establecida.

El agua de Bruselas es clara y dejar ver el fondo, mientras que en la de Madrid apenas se pueden intuir las piedras del fondo.

En Asturias dependemos en exceso del peso de la intervención a la hora de ver el fondo.

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