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Manuel Gutiérrez Claverol

Elogios a la Marca España

Anfitriones de lujo en la 32.ª Cumbre de la OTAN, celebrada en Madrid

Se han reunido en Madrid los principales líderes occidentales (30 de los países aliados, un grupo de ocho invitados, dos candidatos y la presidenta de la UE) bajo la dirección de Jens Stoltenberg, secretario general de la Alianza Atlántica, en una cumbre que ha sido calificada de histórica.

Sin entrar en pormenores de los resultados políticos alcanzados (acuerdo para una histórica incorporación de Suecia y Finlandia en la alianza tras superar la reticencia turca, considerar a Rusia como la mayor amenaza y a China como un desafío, más ayuda militar a Ucrania, ampliación de la base naval de Rota, defensa de los flancos este y sur, los socios se comprometen incrementar la inversión militar, etc.), es mi propósito centrarme en las alabanzas que han expresado los Jefes de Estado y de Gobierno sobre la magnífica organización y el éxito del evento, lo que debe de vanagloriarnos a los españoles.

Aunque son varios los aspectos a tratar, destaca sobremanera el protagonismo del rey Felipe VI y del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, auxiliados de manera sobresaliente por sus esposas, la reina Leticia y Begoña Gómez, con gran capacidad de interlocución lingüística.

Como primer acto lúdico, el martes día 28 se celebró una cena de gala ofrecida por los Reyes en el icónico Palacio Real. El marco no pudo ser más deslumbrante, después de un saludo a los Reyes en el Salón del Trono, los 60 invitados procedieron a degustar un menú elaborado por el chef Paco Romero –poseedor de dos estrellas Michelin–, con una propuesta gastronómica de quince platos, compuesta por un aperitivo, un largo cóctel, un plato principal (merluza con salsa menier) y un postre a base de espuma de coco. Se respiraba un tono distendido, donde no era infrecuente dejar de lado el protocolo (besos, abrazos…), dada la buena sintonía reinante entre los comensales.

El miércoles, el protagonismo correspondió a los inquilinos de la Moncloa, con un ágape en el Museo del Prado. Se planificó que los dignatarios accedieran a la galería central para admirar su espléndida pinacoteca, disfrutar de un breve concierto a cargo de la Orquesta Sinfónica de Kiev y visitar la importante sala de "Las meninas". Seguidamente se sirvió la cena en el claustro de los Jerónimos y en la Sala de las Musas, menú elaborado por el chef asturiano José Andrés –premio Princesa de Asturias de la Concordia–, realizado con guiños de hacer un homenaje a Ucrania; consistió en un aperitivo de bacalao, naranja y remolacha, luego un gazpacho de bogavante, como plato principal espaldita de cordero y una sobremesa que combina el anís de Chinchón, la fresa de Aranjuez, el barquillo y el caramelo de violeta. Y aunque no se hizo público, casi seguro regado con buenos caldos.

Como dato curioso señalar que fue la única cumbre en la que se practico una agenda cultural paralela. Ese miércoles, los acompañantes de los líderes –todas mujeres menos dos hombres–, acompañados por la reina Letizia y la mujer de Pedro Sánchez, tuvieron un día maratoniano: viajaron en AVE y visitaron el palacio Real de La Granja de San Ildefonso en Segovia y la Real Fábrica de Cristales de la Granja, incluyendo una exhibición de vidrio soplado. De vuelta a Madrid visitaron el museo Reina Sofía y posaron ante el Guernica de Pablo Picasso y luego en el Teatro Real disfrutaron de un ensayo del "Nabucco" de Verdi.

¡Albricias, objetivo logrado! Es seguro que John Biden, Justin Trudeau, Emmanuel Macron, Olaf Scholz, Boris Johnson, Mario Draghi, Antonio da Costa, Erdogan, Ursula von der Leyen, Jens Stoltenberg y otros mandatarios habrán quedado encantados de la impecable receptividad de los españoles. El elogio unánime a la excelente organización de la Cumbre de Madrid conlleva una imagen muy positiva y fortalecida de nuestro país.

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