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Jorge J. Fernández Sangrador

El laicismo se retrata

Estamos a la espera de saber qué va a suceder mañana, 11 de julio, en Lourdes. Se había organizado, para este día, un acto en el que alumnos de la escuela pública francesa habrían de cantar, en el santuario, la letra del "Ave verum Corpus" con la música que Mozart compuso para acompañamiento de ese himno eucarístico. Los organizadores nunca lo plantearon como un asunto de carácter religioso, sino cultural.

El programa no puede ser más apropiado. Riccardo Muti dirigirá, en la explanada del santuario, a las 21,00 horas, a La Orchestra Giovanile Luigi Cherubini, con el siguiente repertorio: "Magníficat en sol menor" de Antonio Vivaldi; concierto para trompa de Wolfgang Amadeus Mozart; "Quattro pezzi sacri: Stabat Mater" y "Te Deum", de Giuseppe Verdi; y "Ave verum Corpus" de Mozart. Cantarán la soprano Arianna Vendittelli, la mezzosoprano Margherita Maria Sala y los coros "Cherubini" y "Cremona Antiqua". El trompista será Felix Klieser.

Y se pensó que la participación en el evento podría ser de interés para los estudiantes de Primaria de Lourdes y Tarbes, pues se trata de un concierto de alto nivel, dirigido por una personalidad musical de gran talla, como es Muti, y en homenaje a los enfermos y a personas de movilidad reducida, que, provenientes de todas partes, peregrinan al lugar de las apariciones de la Virgen María.

Pero en cuanto los responsables locales de la "Fédération Syndicale Unitaire" (FSU) y el "Syndicat Nationale Unitaire de instituteurs, professeurs des écoles et professeurs d’enseignement général de collège" (SNUipp) tuvieron noticia de ello lo denunciaron inmediatamente ante el ministerio de Educación de Francia, porque, según ellos, el que los alumnos de un instituto canten el "Ave verum Corpus" en un espacio católico atenta contra la laicidad del Estado.

Es verdad que los chavales, que se inscribieron voluntariamente para cantar, estuvieron ensayando durante el curso, pero lo hicieron muy motivados por la repercusión internacional del evento. Y eco ha tenido, ciertamente, pero por las reacciones en contra que la hipersensibilidad laicista de los arriba mencionados sindicatos ha provocado entre melómanos, profesores y alumnos de conservatorios, cantantes de coros e instrumentistas de orquestas de toda Europa, y en cualquier persona que sienta aprecio por las más elevadas muestras artísticas de la cultura universal, que son en su mayor parte cristianas. ¡Hay que ver cómo se ha puesto la revista de música "Scherzo"! "Porfiando hacia la estupidez oficial", se titula el artículo firmado por uno de sus columnistas.

Y estas son las cosas en las que anda siempre Francia. En Les Sables–d´Olonne, departamento de Vendée, la asociación "Libre Pensée", que no quería que hubiese una estatua de san Miguel en una plaza que se llama de san Miguel, ante la iglesia de san Miguel y en el barrio de san Miguel, ha logrado que un tribunal de Nantes le diera la razón y ordenase que, antes de seis meses, fuera retirado el arcángel en virtud de una ley de 1905.

Jean Regourd, presidente de la asociación "Libre Pensée", dice que él no tiene por qué encontrarse, cuando sale de su casa, con la imagen de un santo. Y el alcalde de la localidad, Yannick Moreau, que va a recurrir la sentencia, afirma que "los tribunales de nuestro país no tienen otra cosa mejor que hacer que instruir demandas abusivas de laicistas radicales que son cómplices de la ‘cancel culture’ y que tratan de derribar uno a uno los vínculos culturales milenarios que han forjado nuestra identidad colectiva".

Por haber escrito algo de este estilo en su libro "Christianisme et Éducation", el filósofo Mark Anthony Sherringham fue denostado por sindicatos laicistas de enseñantes, que no querían que ocupase el cargo, para el que fue designado, de presidente del "Conseil supérieur des programmes" (CSP), del que forman parte los universitarios, investigadores, especialistas en educación y representantes políticos que formulan propuestas para la confección de los programas de enseñanza en las escuelas, colegios e institutos.

A esos sindicatos no les gusta porque, entre las cosas que tiene escritas, figura ésta: "Si en algún momento hubiera que hacer abstracción de los principios, contenidos, métodos e instituciones que el cristianismo ha creado y desarrollado en Francia y en Europa desde hace dos mil años, nuestro sistema educativo actual quedaría vacío de una buena parte de su substancia". Es la pura verdad.

La "Fédération Syndicale Unitaire" (FSU) ha manifestado su preocupación ante el hecho de que Sherringham considere que, en el sistema educativo, hay que dar al cristianismo la importancia que se merece. Y él replica: "La escuela laica francesa es, por cuanto se sabe, heredera de la cristiana". Y en éstas andan todo el tiempo.

Mientras tanto, las peregrinaciones a Lourdes y a los santuarios marianos no solo no cesan, sino que van en aumento, sin que a los peregrinantes les importe lo más mínimo ni influya en su propósito de seguir practicando el cristianismo lo que les guste o no a los del laicismo radical y a los de la "libre pensée".

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