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Sara Álvarez Rouco

El reto demográfico en Asturias, un dictamen fallido

Un drama para el Principado ante el que el Gobierno no ofrece solución

Quienes nacimos entre finales de los 50 y mediados de los 70 del siglo pasado, recordamos una sociedad asturiana muy distinta a la de hoy.

Tanto si es usted un ‘baby boomer’ por derecho propio, como si no, quizá se pregunte cómo es posible que en tan poco tiempo se hayan venido abajo conceptos de aquella normales, tales como aspirar a tener un trabajo en Asturias para ganarse la vida con dignidad, formar una familia y tener hijos o, incluso, envejecer tranquilamente sabiendo que, para las siguientes generaciones, muy numerosas y que venían pisando fuerte, había expectativas de una vida mejor.

Hoy, por obra y gracia de décadas de cortoplacismo, pasividad y ceguera política socialista, ya nada es así. Lo del trabajo digno se ha convertido en un lujo, formar una familia es poco menos que un atrevimiento, tener hijos suele quedarse en deseo incumplido y lo de envejecer tranquilamente se reduce tan solo a eso, a envejecer. En resumen, un modelo social que no funciona. Que no puede funcionar si lideramos las tasas de suicidios y abortos de España. Que no puede funcionar porque ni los inmigrantes legales pueden echar raíces ante la falta de trabajo. No cuando se tratan las soluciones desde la frivolidad, como pasa con la última ocurrencia de Barbón postulando Asturias como aspirante a paraíso climático a ver si así viene alguien. El problema, presidente, es que hablamos de la región donde menos niños nacen de Europa.

Querido lector, si en algo están de acuerdo los expertos es en que hablar de demografía en Asturias es sinónimo de drama. De drama silencioso y enquistado ante la pasividad de sucesivos gobiernos socialistas que, tan amigos ellos de declaraciones y proclamas para la galería, quieren hacernos creer ahora que han descubierto la piedra filosofal de la demografía con su dictamen de la Comisión del Reto Demográfico, la fuente de la que beberá la futura Ley del Reto Demográfico.

Lo que en realidad ocurre y no nos dicen, amable lector, es que tanto los socialistas como el resto de los partidos que han apoyado este dictamen, plagado de propuestas ideologizadas y sectarias ajustadas a sus cruzadas políticas de moda, no ofrecen nada nuevo. Eso sí, mucho tópico, mucho subirse al carro de que ahora lo vamos a arreglar y mucho aparentar preocupación. Otra vez el ilusionismo barato del presidente Barbón y de su equipo socialista.

En Vox Asturias no entendemos tanta hipocresía. A un año del fin de la legislatura, el Gobierno se embarca en un texto electoralista, irrealizable de tan largo y fallido por su poca objetividad. Desnortado, a pesar de las opiniones emitidas por los expertos en las comparecencias.

En fin, estimado lector, que Vox Asturias no lo apoya. No puede hacerlo. Plegarse a la inutilidad de otra propuesta socialista errada, fallida, porque no ataca la raíz del problema, está fuera de nuestro compromiso.

Asturias no necesita palabras, sino soluciones. Necesita políticas efectivas que apoyen y primen la natalidad. Necesita que las familias vuelvan a ser el centro del modelo social. Necesita desarrollo económico que proporcione empleo estable para los asturianos. Nuestro Principado necesita, y los socialistas no parecen entenderlo, que vuelva el trabajo para que se formen familias y nazcan hijos.

Los expertos lo dicen, solo una explosión de nacimientos salvará Asturias de este suicidio demográfico y, como no, desde Vox nos hacemos eco de ello.

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