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Maxi Rodríguez

Madrugar para pagar la viñeta

De la carcajada a la risa nerviosa, de la cosquilla política al jolgorio editorial, "La tira y afloja" es imprescindible en LA NUEVA ESPAÑA, es una de sus señas de identidad

Que a las ocho de la mañana la vida te resulte risible es un sueño para cualquier paria peatonal. Quienes desayunamos letra impresa buscamos a primerísima hora en la magia de Pablo García y Rogelio Román ese chute de dopamina que garantiza, al menos, medio minuto de bienestar. Bajas engorilado, y medio sonámbulo, a la cafetería más cercana con idea de leer LA NUEVA ESPAÑA, pero un jubilado madrugador ya te la ha birlado, y con ese ejemplar prisionero durante un buen tiempo intuyes lo que te espera.

Te rascas el bolsillo, pero tu billetera es una cebolla, la abres y lloras. Has amanecido cargado de sueños, pero temes que hoy –como ayer– el sueño más grande es el que te da después de comer. Nada es lo que parece. El café con leche es como el café, pero con leche. Por eso necesitas urgentemente "La tira y afloja", para reírte, pisar el suelo, relativizar lo que nos pasa, darle una vuelta a la maldita actualidad, y huir del chigre tratando de disimular que eres un boomer en caída libre enganchado al papel con grasa de donut, alérgico a las pantallas y al puñetero algoritmo, que vas como pollo sin cabeza y no logras despegarte del chiste del periódico que, tras ardua espera, por fin ha caído en tu mesa. Has madrugado, tío, para pagar la viñeta.

Sí, qué pasa, no puedo remediarlo, soy adicto a "La tira y afloja" y confieso que llevo años pasándola entre mis amigos porque estoy convencido de que la brevedad es el alma del ingenio, que apenas les va a robar tiempo, que cada uno se troncha a su ritmo y el que ríe el último es porque piensa más despacio.

En esta Asturias nuestra, tan hermética y encapotada, la luz es pura ilustración. Y uno acaba sintiendo que, a este lado del Negrón, vivimos tan encerrados que nuestra única salida es el humor. De la carcajada a la risa nerviosa, de la cosquilla política al jolgorio editorial, "La tira y afloja" no solo es un elemento imprescindible en LA NUEVA ESPAÑA, es además una de sus señas de identidad.

Mi padre leía el periódico al revés (empezando por las páginas de atrás) para cerrarlo con media sonrisa. Pero yo me confieso incapaz de reservarme "La tira y afloja" para el final. Al contrario, estoy deseando pasar cuanto antes la portada para comprobar cómo el "Sello Román" tiene la rara habilidad de hallar el humor donde, a priori, casi nadie lo ve. Los yonquis de viñeta diaria te garantizamos que, si sales sonriente de "Opinión", si no te rebotas en la página 2, tienes más posibilidades de que la cruda realidad embutida en tu periódico no te haga tanto daño. Que igual, vete a saber, la vida va de eso, de que –si madrugas con ansía de ponerte al día– no te atropelle un coche al cruzar la calle ni un noticiero te pase por encima. Allá películas…

Siempre he creído que los que sudan "la tira" se merecen todo lo bueno que nos dan a los demás. Reír bien y pensar mal. Lo último, no nos engañemos, es más trabajoso. Un día decides dejar de pensar mal y tienes mucho tiempo libre, ni siquiera eras consciente de que vivías encabronado.

Los genios del humor gráfico tienen la rara habilidad de dejarlo claro. Jugársela a diario en un chiste editorial es mucho más que mofarse de la realidad. "La tira y afloja" no solo te informa y te hace disfrutar de la noticia de manera divertida. Son maestros en el manejo de la actualidad, en darle la vuelta a todo, no quedarse en lo obvio y con el sarcasmo bien afilado, ay, obligarte a pensar. "Ye lo que hai". Desde Asturias, con humor. El latido de lo real se hace juerga en el "Universo Román". Puro ingenio de tierra de argayos para la aldea global.

El gran mérito de sus creadores no es lo que ves, sino lo que ellos hacen que otros veamos. Periodismo de altura, con perdón. Contiene tanta lucidez y artillería de libertad que a veces uno se pregunta si el trazo se ajusta a la línea editorial.

Que el humor de calidad no pasa de moda y perdura en el tiempo puede usted comprobarlo con esta antología que tiene entre sus manos. "La tira y afloja" sobrevuela el chiste coyuntural para quedarse, sin ninguna caducidad, en nuestra galería de imágenes divertidas. Y, por supuesto, entre las obras maestras del humorismo gráfico. Fino humor y de amplio espectro. A veces, blanco y costumbrista; otras, negro y ácido, siempre brillante y con una mirada crítica.

Los que desayunamos letra impresa, aunque no tengamos coche, nos aferramos al papel, aunque solo sea por el vago placer de pagar la viñeta.

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