El 15 de septiembre todos los países del mundo se unieron en una sola voz para celebrar el Día Mundial de la Salud Prostática. ¿Pero por qué se celebra un día para la Salud de la Próstata?
La razón de esta fecha se centra principalmente en que una buena parte de los hombres se niegan, o son reacios a visitar al urólogo antes de presentar algún síntoma severo o cuadro clínico que precise de intervención quirúrgica.
Es más, en una encuesta realizada por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), el 69,5% de los hombres habían afirmado haber sufrido alguno de los síntomas asociados con la próstata, pero solo el 31,8% de los mismos habían ido a consultar al urólogo.
Un dato un tanto alarmante si nos detenemos a pensar que el 22% de los casos de cáncer en hombres españoles son de próstata (es el tumor maligno más frecuentemente diagnosticado en los varones y el segundo en causa de muerte tras el de pulmón).
Y para su mayor conocimiento se puede definir a la próstata como un órgano que forma parte del aparato reproductor masculino, asentado justo debajo de la vejiga y delante del recto, cuya principal función es producir el líquido seminal que mantiene vivos a los espermatozoides y expeler a estos mismos al exterior en el momento del orgasmo, gracias a una contracción intensa de la propia próstata.
Pero este órgano, que viene a tener el tamaño de una castaña hacia los veinte años de edad y, que con el tiempo va creciendo hasta poder alcanzar el tamaño de una naranja, también puede dar algunos problemas, como por ejemplo:
-Prostatitis: se trata de una inflamación de la próstata, de origen infeccioso o no, que puede estar acompañada de una mayor frecuencia de las micciones, tanto diurnas como nocturnas, escozor al orinar, ardor y dolor, chorro disminuido de fuerza, etc. Si es de origen infeccioso se acompañará de fiebre de más de 38 grados, junto con malestar general añadido y cansancio físico.
–Hipertrofia benigna (HBP): aparece en todos los varones a partir de los 40 años, y no es más que el crecimiento benigno de la próstata, el cual puede ocasionar obstrucción en el momento de orinar, derivando en todo un cortejo de síntomas miccionales: dificultad para comenzar a orinar, disminución de la fuerza del chorro, sensación de acabado incompleto, goteo postmiccional, chorro disperso o en regadera, urgencia para orinar, escapes de orina, aumento del número de micciones, etc. En casos más acusados se puede llegar a la incapacidad para orinar (retención aguda de orina), precisando de la colocación de una sonda para evacuar la orina retenida.
–Cáncer de próstata: es raro antes de los 40 años, siendo la edad media de diagnóstico sobre los 74 años. No es, en absoluto, una degeneración de la HBP, siendo dos entidades totalmente distintas. Su supervivencia se ha triplicado en los últimos quince años, y en la actualidad la inmensa mayoría de casos se diagnostican en estadios iniciales, cuando el tumor todavía es curable, lo que viene a decirnos que se puede detectar a tiempo si de forma periódica se realizan visitas al urólogo.
