La acumulación de desechos plásticos en los océanos y los suelos supone uno de los principales problemas de contaminación actuales. A pesar de los grandes esfuerzos por reciclar estos materiales, el problema aún no está resuelto. Un factor limitante es que existen diferentes variedades de plásticos y los procesos químicos para descomponerlos y reutilizarlos son muy específicos de cada tipo de plástico. Por otra parte, clasificarlos para su tratamiento químico concreto no es viable a gran escala. Investigadores del MIT han desarrollado un compuesto químico basado en cobalto, capaz descomponer diferentes tipos de plásticos. Además logran reconvertirlos a propano, el cual puede ser utilizado como combustible o como materia prima para la fabricación de otros productos.