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Raimundo Abando

Los males de Asturias

La hora del cambio (I)

Qué sencillo sería enumerar las maravillas del Principado de Asturias. Podríamos empezar por su historia, por el arte, la arquitectura popular o su artesanía. Seguiríamos alabando sus paisajes, con sus montañas, sus ríos o sus costas (llenas de asombrosas playas y fascinantes puertos pesqueros). Para terminar narrando la afabilidad de sus gentes y su inigualable gastronomía. Es indudable que nuestro Principado es ese Paraíso Natural del que tanto se habla.

Pero no es todo maravilloso en nuestra querida Asturias. Por desgracia, esconde otras realidades económicas y sociales que no puede ocultar y que afectan de forma muy negativa a la convivencia y al futuro de sus habitantes. Es por ello por lo que a continuación pasaré a explicar los males de Asturias para en un siguiente artículo aportar las posibles soluciones.

Los males de Asturias.

Que el Principado está en franca decadencia desde principio de los ochenta y que ningún gobierno ha logrado parar es algo irrefutable y que nadie cuestiona. Solo hace falta comparar los parámetros asturianos de 1980 y los de 2021 respecto al resto de España.

Y cuales son esos males? Vamos a enumerar los más importantes:

1-Pérdida de población y envejecimiento. El mayor pico de población en Asturias se produce en 1985 con 1.153.794 habitantes. A partir de ese año el descenso es constante, y lo peor es que se acrecienta en los últimos 8 años a razón de 6.500 personas anuales. Eso quiere decir que terminaremos 2022 con menos de un millón de habitantes (población similar a la de 1960), estando previsto que el Principado baje de los 950.000 habitantes en 2030. Asturias tiene hoy la menor tasa de natalidad de España y la mayor tasa de mortalidad. Y si alarmante son estos datos, miren los siguientes de envejecimiento. En 1960, a igualdad de población que ahora, había un 8% de mayores de 65 años, mientras que en 2022 hay un 27% y la mitad de niños que en aquella época.

2-Menor crecimiento que la media nacional. Si les digo que Asturias es la única región que no dobló su PIB desde la llegada de la democracia en 1977 está todo dicho. El PIB en España en 1977 era de 540.000 millones de euros siendo en la actualidad de 1,2 billones, con un aumento del 120%. El Principado sólo lo pudo aumentar en un 87% en 45 años, siendo en la actualidad de unos 22.000 millones de euros. Lo tremendo es que en los últimos 14 años nuestro PIB ha disminuido en 2.000 millones de euros.

3-Empobrecimiento respecto a otras regiones. Si crecemos menos que el resto de autonomías quiere decir que nos empobrecemos mas. Asturias, que llegó a ser la quinta región mas rica de España, hoy no pasa de ser la 13 y bajando. El PIB per cápita es un buen indicador de la calidad de vida, y mientras que en España está en unos 25.500 euros año, en Asturias no llega a los 22.000. Por supuesto, muy lejos de los 34.000 de Madrid o los 32.000 del País Vasco.

4-Rápido aumento de la deuda pública. Si bien es cierto que la deuda pública de Asturias no es muy alta en términos absolutos, 20% del PIB, frente al 120% del total de España, no es menos cierto que su aumento es muy rápido. Pues, mientras en España aumentaba la deuda pública un 275% en los últimos 15 años, en Asturias lo hacía en un 500% en el mismo periodo (de 729 millones a 4.368 millones). Y esto significa que cada año hay que destinar más dinero del presupuesto a pagar intereses y amortizaciones de deuda. Y con un euribor al alza, se prevé que pasará del 3% en unos meses, ya se pueden ir imaginando el aumento de esta partida.

5-Altos impuestos. Asturias es de las autonomías con los impuestos más altos de España y también de Europa. Y esto supone la deslocalización de empresas y empresarios, que conlleva menos riqueza, menos empleo y el éxodo de jóvenes con gran preparación y talento.

6-Poca libertad económica. Asturias suspende en cuanto a medidas liberales se refiere, ocupando el puesto 13 de 17 en este capítulo, siendo un freno para la puesta de cualquier empresa o negocio al ser la región que mas trabas pone a sus empresarios, que tienen que soportar muchas restricciones legales (regulaciones horarias, licencias, tasas, etc) y grandes esperas administrativas.

7-Mala gestión pública. Una administración con mucho gasto, altos impuestos, aumento de deuda y poco crecimiento significa una administración ineficiente. Con fijarnos en el insostenible gasto sanitario y su mal funcionamiento es suficiente; 100.000 ciudadanos esperando una consulta y otros 25.000 una operación así lo demuestran.

8-Insignificancia política. El Principado cada día representa menos en lo político. Ha pasado de tener 10 diputados en los años 1977, 1979 y 1982 a tener 7. Y, a partir del año que viene, al perder el millón de habitantes, sufrirá la pérdida de un senador por designación autonómica, quedando solo con cinco.

Como pueden comprobar, una lenta pero interminable agonía, culpa de los diferentes gobiernos asturianos, que nunca supieron frenar a tiempo y que condujeron a nuestro Principado a ser un lastre para España, una región subvencionada y envejecida, una autonomía que, sin un cambio radical, tendrá un futuro muy sombrío; incluso peor que su presente.

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